Las rutinas de Ramón Ledesma cambiaron desde que tuvo que aislarse, pero él ha entendido la parte positiva de todos los cambios Autor: Roberto Díaz Martorell Publicado: 21/04/2020 | 10:17 am
Nueva Gerona, Isla de la Juventud.— A Ramón Ledesma Céspedes, una persona inquieta, comunicativa y socialmente activa, la COVID-19 le ha cambiado la vida. No está contagiado, pero reside en una de las áreas en cuarentena, donde se registran siete casos positivos al coronavirus.
Vía e-mail narró a este reportero que, aunque sienten mucha tristeza por sus vecinos, estos nueve días de aislamiento han consolidado los sentimientos de gran familia fomentados a través de los años.
Dice que se ha visto obligado a adaptarse a un estilo de vida diferente, porque Ledesma se caracteriza por un dinamismo sui géneris. Según confiesa, la cuarentena le ha provocado nostalgia por el stress diario que experimenta como presidente de la Asociación Nacional de Económicos y Contadores de Cuba en este municipio especial.
«Nunca imaginé que aquel domingo 12 de abrila las 6:30 a.m., cuando pusieron las cintas rojas en el edificio como indicación de aislamiento y miembros de la policía junto a combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias marcaron el estricto cumplimiento de la cuarentena, me estaría enfrentando a algo totalmente nuevo.
«Pensé en un inicio en la falta de libertad, el no poder salir a gestionar mi vida, la de mi familia, el trabajo, los proyectos… Entonces reflexioné que este enemigo es invisible y entendí que la medida espara preservar lo más sagrado que tiene un ser humano, que es la vida.
«El único contacto con el exterior es con esos héroes que todos los días se encargan de traer abastecimientos a la casa. En mi caso me lo alcanzan por el balcón, ya que vivo en un primer piso. Lo hacen de manera ordenada, respetuosa y, por supuesto, con el cuidado y protección que necesitan.
«Como económico, observo además cómo somos capaces de organizarnos en estos tiempos difíciles bajo la dirección del gobierno y el Partido. No nos ha faltado el alimento a tiempo, y se realizó el test rápido a todos los vecinos del edificio —por cierto, al final nos reímos porque dimos negativos, pero durante el proceso nadie hablaba. Quiero destacar también a los jóvenes de la universidad, que retan todos los obstáculos y hasta el gas no los facilitan.
«En lo personal, me levanto siempre a las 7:30 a.m., hago ejercicios hasta 10:00 pm, dedico un poco de tiempo a estudiar, leer, trabajar en nuevos proyectos, grabar para una sección de economía en Radio Caribe… Aprovecho las bondades de las tecnologías y atiendo a los tres tutorados. Como soy delegado de circunscripción,me comunico con mis electores por la vía telefónica, y estoy al tanto de las decisiones del grupo económico del Consejo de Defensa Municipal. También le dedico tiempo, ese que ahora nos sobra, al ocio, para hacer más agradable el confinamiento.
«Alguien me dijo un día que a cada amenaza hay que sacarle una oportunidad, y con esta pandemia, la oportunidad ha sido estar más con la familia, tener la quietud que hace tanta falta y casi nunca logramos… Y aprender a perdonar, porque cuando un vecino es confirmado todo queda atrás, solo florece el querer que se sane y nada malo le pase.
«He tenido también la oportunidad de valorar la bendición de contar con un gobierno preocupado y ocupado en no perder vidas de su pueblo, sin escatimar recursos ni dinero por la salud de todos, sin excepciones. Eso habla muy bien del sistema social cubano. Por eso, estar en cuarentena un tiempo y perder un poco de libertad, es una garantía para ser libres toda la vida».