Una planta procesa para el consumo humano 17 metros cúbicos de agua salada por hora. Autor: Lorenzo Crespo Silveira Publicado: 04/02/2020 | 10:59 pm
MAISÍ, Guantánamo.— El funcionamiento estable y a plena capacidad de la planta desalinizadora inaugurada a finales de diciembre último en Punta de Maisí, permite el abastecimiento de agua potable a la totalidad de la población que vive en el sitio más al este de la Isla y el de menor cobertura hídrica de la provincia.
Es el fin de los sinsabores que por muchos años significó para sus habitantes, las instituciones y las autoridades locales, hacer llegar el vital líquido a través de carros cisternas y en ciclos y cantidades muy alejadas de las necesidades de ese asentamiento poblacional ubicado en la región más árida del país.
Instalada a menos de 800 metros del litoral y operada por cuatro jóvenes lugareños previamente adiestrados en el funcionamiento de ese tipo de tecnología, de fabricación argentina, la planta procesa para el consumo humano 17 metros cúbicos de agua salada por hora (unos cinco litros por segundo), mediante un proceso de ósmosis inversa que permite pasar, a gran velocidad, el líquido a través de membranas semipermeables que retienen iones, moléculas no deseadas y partículas.
Y el resultado de tal avance tecnológico es que ha permitido obtener un líquido potable que, según la población del lugar, es muy sabroso, limpio y frío.
La obra es fruto del donativo de más de 300 000 euros por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia a través de fondos rusos, para la compra del equipamiento que cubre, además, los materiales e insumos gastables para dos años de explotación, y la inversión de dos millones de pesos por la parte cubana.
Al ofrecer la información, el ingeniero hidráulico Geolvys Constantén Pelegrín, director de la planta y de la unidad empresarial de base Acueductos y Alcantarillados Maisí, precisó a este diario que por la capacidad de procesamiento el suministro se realiza cada tres días (es lo que permite el volumen de los tanques distribuidores), por gravedad y con muy buena presión hasta los mismos hogares de alrededor de 500 familias de La Punta.
Entre los beneficiados también se encuentran dos escuelas, el consultorio, la bodega, la villa turística de la cadena Islazul ubicada al pie del Faro, cuatro familias que viven en esa emblemática y añeja construcción, la unidad de Tropas Guardafronteras, entre otras, a las que en breve se sumará una casa de cultivo tapado perteneciente al Ministerio de la Agricultura, que hace casi un lustro no funcionaba por la escasez de agua.
Apuntó que aunque la mayoría de las casas cuentan con cisternas o poseen envases para reservar el agua, para no pocos resultan insuficientes, sobre todo porque a partir de esta solución se ha incrementado sustancialmente el cultivo de hortalizas en los patios hogareños.
La desalinizadora la componen un edificio con laboratorios, oficinas y una conductora. También, tres tanques-reservorio, dos contenedores con los sistemas de membranas y las bombas, montados de manera que se puedan mover a otra parte en caso de eventos hidrometeorológicos extremos.
A diferencia de las plantas de este tipo que funcionan en el país, en la de Punta de Maisí no se toma el agua directamente del mar. Se extrae de dos de los cinco pozos perforados a 50 metros de la instalación para garantizar mayor pureza y menos salinidad, significó Constantén Pelegrín, quien agregó que a menos de dos kilómetros del emplazamiento tecnológico se construyeron dos pozos más para filtrar las sustancias contaminantes del medio ambiente que se desprecian durante el proceso de desalinización.