CAMAGÜEY.— Aquel 12 de enero de 1959 cuando aún las calles de esta ciudad sentían vibrantes los pasos de los barbudos guiados por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se fundaba por el Movimiento 26 de Julio un nuevo rotativo: Adelante.
A 60 años de aquella contienda de ideas, periodistas agramontinos de todos los medios de Comunicación Social, colegas de ocho semanarios del país y de Trabajadores —de circulación nacional—, así como corresponsales de Granma, Juventud Rebelde, Radio Rebelde, Progreso, y las agencias Prensa Latina y Cubana de Noticias, se unieron para celebrar este aniversario.
Durante la ceremonia efectuada en el Salón de Protocolo de la Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz, el primer homenaje fue para el insigne patriota. Armando Boudet, quien fuera director del periódico por más de 20 años, y la joven Zoila Pérez Navarro, en nombre de todo el colectivo, depositaron una ofrenda floral, ante su estatua.
En el acto se leyó una misiva enviada por Víctor Gaute López, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, en la cual transmitió un mensaje de felicitación a Adelante, por el nuevo aniversario y exhortó a continuar desarrollando un periodismo de vanguardia, apegado a los valores éticos de la Revolución.
La directora del periódico, Daicar Saladrigas González, recibió de manos de las máximas autoridades partidistas y gubernamentales, un reconocimiento por el quehacer reporteril del rotativo. También el colectivo de la publicación fue agasajado por la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
La jornada de celebración incluyó la cancelación especial rememorativa de un sello de Correos de Cuba, y un Taller Nacional de Prensa Escrita, el cual analizó el funcionamiento e impacto de las diferentes plataformas desde las que se ejerce la labor periodística, el diseño gráfico y editorial, la fotografía, y las buenas prácticas y desafíos de los periódicos ante su carácter multimedial.
De lujo fueron las conferencias impartidas por la Doctora Olga García Yero y Luis Álvarez Álvarez, Premio Nacional de Literatura 2017, durante el panel Desafíos de la prensa cubana, en el cual se insistió a estudiar la historia de la prensa en Cuba, sus grandes exponentes y figuras femeninas.
Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la UPEC, en su intervención durante este panel, afirmó que la preparación de los reporteros para abordar los retos que enfrenta la sociedad cubana actual es imprescindible para la transformación del Modelo Económico Cubano, «porque somos responsables de interpretarlo y comunicarlo», señaló.
Dijo, además, que para este propósito es vital contar con el liderazgo y creatividad de los directivos de los medios de comunicación, para avanzar en esas transformaciones que imponen los tiempos nuevos, cuando se amplían canales de comunicación. Anunció que se trabaja también para rescatar el Festival Nacional de la Prensa, que agrupe a todos los medios del país, con propuestas integrales.
Adelante se impuso
Tres días antes de nacer el primer periódico creado por la naciente Revolución, en el entonces Colegio Cisneros —actualmente secundaria básica Noel Fernández—, Gustavo Tomeu Riverón, periodista que residía en la década de 1950 en la hoy Avenida de la Libertad, propuso el nombre de Adelante, por ser la palabra que inicia la segunda y palpitante estrofa de la Marcha del 26 de Julio.
Y es que el servilismo de El Camagüeyano, diario más importante del territorio y de gran influencia en el interior del país, al responder incondicionalmente a la burguesía de la ciudad, pretendía estar con «dios y con el diablo», al expresar un aparente respaldo al proceso revolucionario, propósito que nunca concretó.
De esta manera el enfrentamiento ideológico entre los dos bandos de verbos, —los que se sumaron a las páginas de Adelante como el grupo de estudiantes de la escuela de periodismo, en el cual destacó el «director histórico» del actual Semanario, el reportero Armando Boudet Gómez, y los que escribían para El Camagüeyano—, fue ganado por los primeros.
Al tiempo que la dirección del Movimiento 26 de Julio en Camagüey se movilizó con tal empuje que a solo tres días después de aquel encuentro circuló su primer número vespertino.
En esa novedosa edición una nota acuñó la línea editorial que seguiría por siempre Adelante: «Ocupan cien fotografías de individuos que fueron asesinados en Camagüey». Desde entonces no hubo más espacio para aquel régimen dictatorial, ni para quienes pretendieran apoyarlo.
A Adelante se impuso y durante el tiempo que coexistió con su opuesto ideológico, hasta el 31 de enero de ese propio año, lo desmintió a través de recursos reporteriles inimaginables como La Coletilla, una especie de pie de foto, la cual se ubicaba en los textos publicados por El Camagüeyano, para precisar que el artículo no era respaldado por la pluma de quienes sí apoyaban al legítimo proceso de pueblo que se encumbraba en la patria.
A tal punto llegó la confrontación que el 26 de enero del propio año el joven rotativo divulgó el listado de todas las publicaciones que recibían subvención de la dictadura. El colapso total de aquel poderoso adversario ocurrió el 31 de enero, ocasión en que el Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados lo intervino.