¡Pa’ la Plaza, y bien!

«¡Oye, pa’ la Plaza, y bien!» Decía la conga. Y no hay nada más que decir. Un solo estribillo que sale del coro de cajón lo dice todo (y la danza también).

Desde las legendarias canciones de la Nueva Trova, del son, de la salsa, de la guajira, hasta del «iconoclasta» trap, la música acompañó la marcha. Unas, desde los altavoces de los organizadores; otras, desde la improvisación de los «músicos de solar»... y de la academia también.

¿Cuánta gente pudo haber (en la mayoría de los tramos, apiñada, por donde no podía pasarse) entre el nacimiento oeste de la Plaza de la Revolución y la intercepción entre Paseo y calle 15 del Vedado, antes de que comenzara la marcha?

¿Más de un millón?

Unos colegas del periódico y cierta jovenzuela (la que le preguntó a su padre —comentarista de JR— «si del 1ro. de Mayo podían escribirse crónicas ¡¿también?!» y este decidió traerla para que lo comprobara por sí misma) acordamos cerrar la marcha de este año con el bloque de la juventud, abrigados por las banderas que concluyen la movilización.

Fue un recorrido de alrededor de un kilómetro. Muchas voces nos encontramos por el camino, personas a las que les hicimos una sola pregunta: ¿Por qué vino a la Plaza de la Revolución?

«Porque es un compromiso», nos explica Mayka Leal, trabajadora del departamento de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Médicas. «Esta vez lo hice con los compañeros de mi esposo, civiles de la FAR», añade.

«Yo, mi hermana y mi prima estamos con mamá», comenta Alejandra Isidor, hija de Mayka. Con ocho años de edad, cursa el tercer grado en la primaria Hugo Chávez Frías, de Altahabana.

«¿Por qué aquí? Por la fiesta del 1ro. de Mayo, nos responde Jesús Cardona, de 62 años de edad, veterano de la Flota Cubana de Pesca, aunque hoy no está trabajando.

«¿El compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez como presidente? Era algo que tenía que pasar. Pero vamos a seguir la línea, algo que es muy bueno para nosotros, para nuestros hijos, para nuestros nietos, para todas las familias cubanas.

«Ahora lo que hace falta es que “aquellos” nos dejen tranquilos, que nos dejen trabajar, que nos dejen demostrar que podemos avanzar; aunque tampoco hay que “complicarse”, si nos las ponen “más dura”, entonces los avances se verán más grandes».

«Estamos aquí en representación de la escuela, de la juventud, en apoyo al nuevo Presidente, en respaldo a la obra liderada por Fidel y continuada por Raúl». (Alexis Pérez Durán, 21 años, estudiante de la UCI).

«¿Por qué vine? Porque es del Día de los Trabajadores, por el orgullo que sentimos del legado de Fidel y por sentirnos cubanos». (Lázaro Noel Martínez, 32 años de edad, trabajador por cuenta propia).

«Porque el 1ro. de Mayo es una fiesta. Constituye un día muy señalado para los trabajadores de Cuba y del mundo. Es una jornada que no puede pasarse por alto. Nosotros, los atletas, venimos todos los años. Mostramos la imagen del país en el exterior, y aquí no podemos hacer menos». (Roami Raúl Alonso, 20 años de edad, miembro del equipo nacional de voleibol).

Quisimos estar entre quienes iban a cerrar la marcha. Desde que comenzamos a caminar hasta que llegamos a la tribuna, nos demoramos más de hora y media. Un mundo de cubanos ya había pasado por allí antes que nosotros. Cuba salió hacia todas las plazas del país. ¡Y lo hicimos por millones!