Cuba presta atención a la salud de sus niños. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 03/01/2018 | 11:32 pm
SANCTI SPÍRITUS.— Esta provincia despidió el 2017 con la satisfacción de tener la más baja tasa de mortalidad infantil de Cuba y de su historia, al registrar 1,95 fallecidos por cada mil nacidos vivos.
Según declaraciones del doctor Manuel Rivero Abella, director provincial de Salud en Sancti Spíritus, esos resultados —por debajo, incluso, de los llamados países del Primer Mundo— se deben a la consolidación del programa materno-infantil en el territorio.
Entre los indicadores que influyeron en esa cifra histórica se distingue que los municipios de Cabaiguán y La Sierpe mantienen en cero su tasa.
Igualmente reconoció el directivo que la cabecera provincial, territorio decisivo por ser uno de los de mayor densidad poblacional, reporta menos de un fallecido por cada mil nacidos vivos.
El fortalecimiento en la atención primaria, al completar los médicos y enfermeras del equipo básico de Salud de los consultorios, así como la labor de los hogares maternos, centros que mantuvieron durante todo 2017 un alto nivel de ocupación, también fueron decisivos para que Cuba obtuviera la más baja tasa de mortalidad infantil: 4,0 por cada mil nacidos vivos.
Afortunadamente ese trabajo también influyó en otros indicadores relacionados con la mortalidad infantil en la provincia, como el índice del bajo peso al nacer, reducido hasta 4,1, al igual que el de mortalidad materna, con solo una fallecida.
Para este período que recién comienza, según Rivero Abella, el sector de la Salud espirituano tiene entre sus retos hacer sostenible el trabajo con aquellas embarazadas que no tienen todas las condiciones biológicas para la gestación, una de las particularidades que precisa madurez en el territorio.