La playa es una opción agradable y asequible para la familia. Autor: Lorenzo Crespo Silveira Publicado: 21/09/2017 | 07:02 pm
A la hora de pensar en cómo despejar de la rutina, ella no falta en la planificación de la mayoría de las familias cubanas.
La playa, incluso para quienes en esta Isla darse un chapuzón de agua salada implica un largo y no siempre expedito viaje por carretera, sigue siendo la más popular de las opciones veraniegas.
No cualquier playa, por supuesto, si no aquellas donde —aunque no tengan los atributos naturales de nuestro Varadero o de las que se pueden disfrutar en la red de hoteles del turismo— la gente puede pasarla bien en familia porque los servicios que se prestan encuentran respaldo en los bolsillos de la mayoría.
De una provincia a otra, las dinámicas en ese sentido han cambiado en los últimos tiempos, en un esfuerzo de las autoridades locales para mejorar integralmente esa opción.
Muestra de ello es el litoral norte de Corralillo, en la provincia de Villa Clara, donde poco más de 30 kilómetros de playa constituyen el balneario por excelencia, la posibilidad más asequible para miles de personas que acuden allí cada verano.
La villaclareña Josefa Báez, acostumbrada a pasar sus vacaciones en esa franja costera, confiesa que es la que más se ajusta a su economía y, además, aseguran la transportación de ida y regreso.
«Si no tuviera esta oportunidad adónde iba a ir. ¿A Varadero? ¡Ojalá pudiera! En el campismo hay sus altas y bajas, pero el servicio que brindan, en sentido general, resulta bueno», dice.
Para Roberto Pérez, se trata de una zona más espaciosa y de mejor calidad en el área de baño en comparación con otras.
La gente también visita las bases de El Salto, Ganuza y Sierra Morena, dotadas de infraestructura gastronómica, incluidos restaurantes, y de instalaciones para la recreación.
En la actualidad, más de 30 000 personas, la mayoría de esta ciudad, acuden allí en julio y agosto, los meses más codiciados, explica Elvis Portal Iznaga, funcionario de la Agencia de Venta Cuba-Mar, de Villa Clara, quien precisó que en el verano y también en otras épocas a una gran mayoría de los que eligen esa modalidad se les garantiza la transportación.
Si bien el litoral constituye el lugar preferido para los bolsillos menos cargados, los habitantes de Santa Clara acuden también a las playas de Caibarién, Uvero, Isabela de Sagua, Juan Francisco y Piñón…, menos agraciadas en sus condiciones naturales en comparación con las de la cayería del nordeste de la provincia.
A 40 kilómetros, pero allá van
La ciudad del Guaso es la urbe con más ríos a su alrededor, sin embargo, la playa es también la predilecta. Aunque en ello influye la contaminación de esos afluentes, la brisa del mar Caribe al sur de las costas cubanas y las arenas blancas son una tentación cada etapa estival.
Por eso a playa El Guanal, que cuenta con un centro recreativo sometido previamente a mantenimiento general para garantizar mejores servicios, este verano viajan a diario desde la ciudad de Guantánamo cientos de personas, afluencia mucho mayor los fines de semana.
Dos cafeterías, un punto de venta de cerveza dispensada, dos carpas con capacidad para 40 personas, el área de elaboración y la pista de baile están a disposición de los vacacionistas, cuya transportación corre por su cuenta.
«Pero por El Guanal pasan las guaguas de pasajeros de varios municipios y poblados, con un horario bastante regular. Uno va y viene sin muchas dificultades y cuestan menos de cinco pesos desde Guantánamo hasta aquí», dice el joven Rafael Ángel González, quien también resalta la calidad y permanencia de las ofertas gastronómicas.
Con similar criterio, varios jovencitos, que mochila al hombro aguardan por una camioneta alquilada entre varios vecinos (una modalidad que se generaliza verano tras verano), atestiguan que a sus familiares trabajadores se les ha dado la posibilidad de viajar a la playa utilizando transporte estatal.
A disímiles vías de transporte acuden quienes desean llegar a los balnearios. Foto: Lorenzo Crespo Silveira
En las proximidades de El Guanal otro de los atractivos es la piscina natural, un balneario de la comunidad de Tortuguilla, recuperado completamente tras el paso del huracán Matthew y visitado a diario por unas 200 personas procedentes de la ciudad capital. Cuenta, además, con un área deportiva y varias opciones de juego.
Aunque menos accesible, porque las disponibilidades están por debajo de la demanda, los vacacionistas de la ciudad también encuentran una opción en las llamadas casas de alojamiento: siete en total, pertenecientes a la empresa de igual nombre, y que brindan hospedaje por el precio de 70 pesos por persona cada día a quienes acceden a esas reservaciones mediante la gestión individual o por concepto de estimulación desde los centros laborales.
Según el plan de verano concebido a nivel provincial, las opciones de playa para quienes viven en la ciudad se encuentran además en las bases de campismo del litoral sur, fundamentalmente en Cajobabo, al que se accede mediante reservaciones y con garantía de transportación.
Aventura camagüeyana
En la ciudad de Camagüey, también sin litoral y ubicada a poco más de cien kilómetros del norteño polo turístico Balneario de Santa Lucía, la gente se las ingenia para darse un chapuzón a pesar de la distancia.
Amílkar González es un joven de 18 años, y al igual que sus amigos, engrasa su «bici» y hasta la playa no frena.
«Siempre salimos al atardecer para no cansarnos. El viaje es como una aventura de verano, a la que le hemos llamado “La guerrilla”, que nos dura todo el fin de semana o mientras quede dinero en el bolsillo», dijo Amílkar, muy animado.
Para el adolescente Juan Miguel, no hay nada como andar en patines o patinetas. «Hasta la playa nos vamos de tramo en tramo y de “botella” en “botella”, y de esta manera descansamos en el camino», aseguró el joven de 17 años.
Otra opción la encuentra la familia citadina camagüeyana en el sector no estatal, entre los muy populares camiones particulares. La indagación arrojó que esta alternativa es bien recibida por las personas.
Así lo revelaron vecinos del reparto Villa Mariana, en esta ciudad, quienes no se preocupan por la distancia a transitar para llegar hasta las distantes áreas de baño, porque entre todos alquilan un camión particular, por una tarifa negociada según la oferta y demanda.
Pero la forma más popular que en esta provincia existe para viajar al encuentro del mar es la del llamado tren playero, que circula los viernes, sábados y domingos, durante los meses de julio y agosto, desde la ciudad de Camagüey hasta el municipio de Nuevitas, localidad portuaria con balnearios atractivos, pero también ubicados a más de 90 kilómetros de la cabecera provincial.
Raúl Estela Toledo, jefe del departamento de Tráfico, de la Dirección de Transporte en la provincia, informó que en Camagüey la llegada del verano implica un gasto superior de recursos. «Actualmente se mueven solo hacia la playa de Santa Lucía unos 120 ómnibus de todo tipo, que cargan a más de 5 000 bañistas, cada fin de semana.
«Solo nuestras guaguas consumieron durante el verano anterior 160 000 litros de combustible por mes, pero esta cifra se triplica al sumarse el resto de los medios de transporte, unos 120, de las empresas estatales que se mueven hasta Santa Lucía», explica Estela Toledo.
Esta provincia también garantiza el traslado de los que eligen la opción de campismo popular en las siete instalaciones existentes.
Nada, que a quienes vivimos en ciudades mediterráneas, la distancia nos impone un inconveniente extra a la hora de buscar dónde pasarla mejor, al menos, con menos calor por unos días.