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SANCTI SPÍRITUS.— La producción porcina es una excelente oportunidad para el desarrollo de las fuentes renovables de energía y así se ha demostrado en Sancti Spíritus.
Según el ingeniero químico y agrónomo, Orestes Hermida García, trabajador de la unidad empresarial de base (UEB) Porcina del Ministerio del Interior, el tratamiento de los altos volúmenes de excretas del cerdo —considerados en extremo agresivos para el medio ambiente—, además de reducir su carga contaminante, permite obtener un volumen considerable de energía en forma de biogás.
En términos de energía primaria —aclara— significa seis kilowatt/hora (kW/h) por cada metro cúbico que se produzca. El biogás se obtiene tras mezclar las heces con agua, y luego vertirlas en el biodigestor, donde la materia orgánica se degrada.
Comúnmente se emplean las excretas de cualquier índole: cachaza, desechos de destilerías, componentes orgánicos de los desechos sólidos, residuos orgánicos de mataderos, lodo de las plantas de tratamiento residuales, residuales agropecuarios, desechos orgánicos de las industrias de producción de alimentos, etc.
El centro espirituano obtiene 50 litros de gas por kilogramo de excretas, y facilita toda la energía que se consume para garantizar el agua caliente del matadero.
Desde el 2013 una parte considerable se utiliza para generar electricidad de forma sincronizada con la red. El promedio de generación en el último año fue de más de 600 kW/h diarios. «Esos resultados demuestran que cada cuatro cerdos se produce un kW/h», añadió.
