La experiencia de realizar el parto con la presencia de un acompañante comenzó a practicarse en el hospital general docente Doctor Agostinho Neto, principal instalación médica de la provincia de Guantánamo.
En este momento inicial, la práctica solo permite la presencia de una mujer como acompañante hasta la preparación del parto (preparto). Cuando desde la atención primaria se creen las condiciones requeridas, entonces la presencia del acompañante (incluyendo hombres) se extenderá hasta el momento mismo del alumbramiento, informó el doctor Daniel Alfonso Armenteros, director del centro asistencial.
Explicó Alfonso Armenteros que la facilidad ha tenido buena acogida entre las embarazadas y los familiares por lo que representa en seguridad del parto y bienestar sicológico de las parturientas.
De acuerdo con especialistas en este proceder, el acompañamiento en el parto eleva el ánimo de la madre por el apoyo emocional y afectivo que recibe y le da fuerzas para enfrentar ese momento sin rendirse e impedir una cesárea.
Durante el parto —aseguran expertos— se experimentan temores y preocupaciones en la mujer, su pareja y demás familiares, que deben ser atendidos, y para ello nada mejor que la creación de un ambiente amable, de confianza e intercambio abierto y positivo, que brinde seguridad.
«A mí me acompañó mi suegra hasta la preparación del parto, hecho que agradezco pues me dio seguridad, valor y confianza para enfrentar el nacimiento de mi bebé, Jesús Manolvi», relata Gisela Ramírez, una de las primeras guantanameras favorecidas con la experiencia.
Tomado de Granma