Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 21/09/2017 | 06:38 pm
Persiste el bloqueo que daña al pueblo cubano, que provoca carencias, dificultades y privaciones a las familias. Nadie ignora nuestros errores, pero no debe obviarse que «el bloqueo es la causa principal de los problemas de nuestra economía, es el obstáculo principal para nuestro desarrollo». Fueron categóricas las afirmaciones del ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, ante 66 corresponsales de medios extranjeros y los representantes de la prensa nacional que asistieron a la conferencia en la que fue presentada la denuncia de la política estadounidense que viola los derechos humanos de la población de la Isla.
Esta será la ocasión número 25 en que el Informe de Cuba sobre la Resolución 70/5 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba, se lleve a debate y votación en la sede neoyorquina, programada este año para el 26 de octubre próximo, a sabiendas de que, al igual que en las 24 oportunidades anteriores, recibirá el apoyo casi unánime de la comunidad internacional.
El Canciller destacó que han pasado 21 meses del anuncio hecho por el presidente Barack Obama, el 17 de diciembre de 2014, cuando definió al bloqueo como «obsoleto», «anclado en el pasado» y «parte de la Guerra Fría», por lo que no ha servido a sus intereses y ha obstaculizado también sus vínculos con América Latina, por lo que había que levantarlo. Sin embargo, subrayó, el mandatario estadounidense no dijo que el bloqueo es ilegal, que es violación del Derecho Internacional y de los derechos humanos, que es cruel y que provoca daños a la población, además de que persiste en todos sus efectos.
Aunque Rodríguez Parrilla reconoció como positivas las enmiendas a las regulaciones de esta política, aprobadas por iniciativa de la Casa Blanca durante 2015 y 2016, y los progresos en las relaciones entre ambos países y lo que en ello se ha avanzado, mostró con cifras la permanencia sustancial de las leyes que lo rigen y sus efectos y daños al pueblo cubano.
Los datos presentados este viernes a la prensa en el salón Camilo Cienfuegos del Minrex son demostrativos. Calculados con todo rigor y a precios corrientes, en el año transcurrido desde abril de 2015 a abril de 2016 las afectaciones alcanzan más de 4 100 millones de dólares, por ingresos que ha dejado de percibir nuestro país por no poder exportar bienes, por el almacenamiento de importaciones y fletes costosos desde largas distancias, por la prohibición de usar el dólar en las transacciones comerciales con terceros países, lo que obliga a operaciones en otras monedas, cuando el dólar ha subido su valor respecto a ellas en un 3,8 por ciento.
No hay sector que no sufra, afirmó, y señaló el impacto mayor en servicios de salud, educación, alimentación, salarios y seguridad social.
Los daños acumulados en casi 60 años, agregó el Ministro, se elevan a 753 688 millones de dólares. Considerando la depreciación de esa moneda frente al precio del oro, a precios corrientes el bloqueo ha provocado perjuicios por más de 125 873 millones de dólares, puntualizó.
En Cuba se ha hecho mucho, pero cuánto más se hubiera podido hacer en una economía pequeña como la nuestra con esos recursos, se preguntó el Canciller, de ahí que nuevamente se presente a la ONU la Resolución 70/5.
Acotó que en el pasado año el tema del bloqueo fue abordado de manera sobresaliente en intervenciones de numerosas delegaciones en el segmento de jefes de Estado de la Asamblea General, y al respecto agradeció a los 198 Gobiernos que votaron a favor de la Resolución presentada por Cuba.
También hizo referencia positiva a las medidas de Obama, pero las consideró «limitadas en su alcance». A pesar de que ha crecido el número de viajeros, se mantiene la prohibición de los viajes como turistas y las medidas en este sentido son discriminatorias, porque las 12 categorías de viajeros tienen que pedir permiso.
Ejemplificó con la decisión de la OFAC de abrirle proceso a un ciudadano estadounidense que viajó a Cuba con otras cuatro o cinco personas más, y le amenaza con una multa de cien mil dólares.
Aunque se conoce que compete al Congreso el total levantamiento del bloqueo, destacó que hay aspectos en los que el presidente Obama puede actuar y flexibilizar la política.
El bloqueo persiste como una violación de la Carta de las Naciones Unidas, de la proclama por la paz suscrita por los jefes de Estado de América Latina y el Caribe. Es una violación de las normas de comercio y libre navegación que tiene extraordinarias connotaciones éticas; es una grave y persistente violación de los derechos humanos y provoca daños humanitarios sumamente crueles, denunció el Canciller.
No se puede exportar ni importar entre ambos países, esa es la realidad, apuntó Rodríguez Parrilla, quien agregó que siguen prohibidas las inversiones de los hombres de negocio estadounidenses, lo que daña tanto sus intereses como los nuestros, pues solo en el campo de las telecomunicaciones se ha levantado esa esencial restricción.
El Jefe de la diplomacia cubana subrayó que tampoco han podido establecerse relaciones bancarias normales, pues siguen bloqueadas las transferencias financieras, se retienen pagos, se deniegan servicios y se les sigue imponiendo multas a entidades bancarias extranjeras que negocian con Cuba.
Mencionó esas regulaciones que impiden el normal desarrollo: La Ley de comercio con el enemigo de 1917 —que solo rige para Cuba—, la Ley Torricelli y la Ley Helms-Burton, el nudo gordiano que es necesario cortar.
Por eso es prioridad del pueblo cubano mantener la denuncia contra el bloqueo ante la comunidad mundial y solo su levantamiento permitiría avanzar en la normalización de las relaciones, enfatizó.
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