La Sierrita, Cumanayagua, Cienfuegos.— En el campamento de pioneros Manuel Prieto Labrada, ubicado en el lomerío cienfueguero, más de una docena de niños diabéticos participan desde este lunes en una iniciativa cubana que data de 1967 y que busca ayudarlos a aprender a vivir con su enfermedad.
Antonio Masot Rangel, especialista en Endocrinología, en el hospital universitario pediátrico Paquito González Cueto, indicó a la prensa que los objetivos principales son el desarrollo sicosomático de cada infante, la promoción de la autoestima y autonomía para resolver situaciones específicas de la enfermedad, como la hipoglicemia.
Añadió que fortalecen la convivencia con la comunidad y el intercambio con compañeros con igual dolencia. También los enseñan a mejorar su control metabólico y a desarrollar habilidades encaminadas a impedir las complicaciones crónicas de la diabetes.
Con un equipo multidisciplinario a su disposición, los participantes en el campamento de verano, todos mayores de siete años, conocen igualmente de los riesgos de una actividad mal programada, logran automonitorearse y ser más independientes y responsables en el tratamiento.
Milenis Acosta Fonseca, especialista en Endocrinología pediátrica, detalló que para participar en esta jornada se seleccionan los infantes con reciente debut, problemas familiares o sicológicos, mal control metabólico, entre otras dificultades.
Indicó que el lugar fue escogido no solo por las condiciones de confort, seguridad e higiene, sino porque, además, permite el contacto con la naturaleza, razón por la cual también este año se sumarán asmáticos.
Aunque en Cienfuegos el primer campamento de verano destinado a niños diabéticos se efectuó en 1971, en 2015 volvieron a retomarse después de un periodo de inactividad.
En esta edición participan, además de los especialistas en Endocrinología, un psicólogo, un dietista, médicos, licenciados en Cultura Física, personal de Enfermería y paramédicos, con una ambulancia disponible a tiempo completo.