Se le colocó una ofrenda floral a Fe del Valle ante la tarja que inmortaliza su nombre. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 06:30 pm
Un acto político-cultural con motivo del aniversario 55 del sabotaje a la tienda El Encanto y la muerte de la revolucionaria Fe Isabel del Valle, tuvo lugar este miércoles en el parque capitalino que lleva el nombre de la mártir homenajeada.
Pedro Simón Rodríguez, secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores de Comercio, Gastronomía y los Servicios, recordó el origen de Fe del Valle. Expresó que fue víctima del terrorismo que el Gobierno de Estados Unidos ha practicado contra la Isla por más de 50 años, y que el deber más sagrado de los trabajadores del sector es brindar un mejor servicio, y eliminar la chapucería y otras tendencias negativas que afectan al pueblo.
La joven federada Karina Rodríguez Martínez evocó a Fe como una mujer que simpatizó con la Revolución Cubana y no cesó en entregarse a su causa: fue una de las fundadoras de la FMC, contribuyó a la fundación de los círculos infantiles y en cuanta acción ennobleciera los programas del proyecto social. Por eso —aseveró—, es una guía indiscutible para las nuevas generaciones.
Robin Ravelo del Valle, uno de los hijos de Fe del Valle, presente en el acto, aseguró que su madre es un ejemplo que la familia ha tratado de honrar. Los nietos y todos los que saben de su corta, pero ejemplarizante existencia, tratan de poner siempre su nombre en un lugar decoroso, expresó.
Recordó que al morir su madre, víctima del incendio provocado por terroristas al servicio del Gobierno de Estados Unidos en la tienda donde trabajaba, él contaba con 17 años de edad, y aunque ya ha pasado más de medio siglo, no olvida la vocación de Fe por entregarse al trabajo con pasión y responsabilidad.
Olga Lidia Tapia, miembro del secretariado del Comité Central del Partido; Arelys Santana, segunda secretaria de la FMC; la heroína de Cuba Delsa Esther Puebla y autoridades políticas y gubernamentales de la capital asistieron al acto, en el que se le colocó una ofrenda floral a Fe del valle en la tarja que inmortaliza su nombre.