Las Cuatro esquinas, uno de los lugares más céntricos de San José de las Lajas. Autor: Cristian Domínguez Publicado: 21/09/2017 | 06:24 pm
SAN JOSÉ DE LAS LAJAS, Mayabeque.— Ha llegado esta provincia a la edad con la que, como promedio, todo niño llega a la escuela para seguir creciendo con nuevas lecciones más allá de las de casa. Muchos en la calle comentan que la división político-administrativa que hizo emerger a este territorio ha dado no pocos frutos, mientras otros mantienen a veces posturas escépticas.
Una marca de distinción en el primer lustro de Mayabeque, demarcación constituida con lo que fueran los 11 municipios más orientales de la otrora provincia de La Habana, es el funcionamiento, al igual que en Artemisa, de un experimento que contempla la delimitación de estructuras y funciones entre las Asambleas del Poder Popular y sus Consejos de la Administración, lo que ha posibilitado un uso más eficiente de recursos materiales, humanos y financieros.
Tamara Valido Benítez, presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular aquí, comenta que esta separación ha permitido un mayor acercamiento entre la base y sus delegados, los cuales tienen más clara su función como representantes del pueblo que los eligió, participan activamente y se sienten más comprometidos con su responsabilidad en las comisiones permanentes de trabajo.
Subraya Valido Benítez que con el nuevo modelo ha aumentado el nivel de rigor, análisis y respuesta a los planteamientos de la población, labor que ha sido más sistemática y ágil.
El hecho de que en la Administración exista un Departamento de Industria o una dirección del Citma (Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente), sobresale como una de las ventajas del experimento, que ha permitido éxitos apreciables, explica.
La tierra que presume de ser la más joven de Cuba por haberse constituido oficialmente horas más tarde que su vecina y hermana Artemisa, tiene en las nuevas generaciones a los principales protagonistas para su desarrollo en todos los ámbitos, pues más de 9 000 muchachos integran la fuerza laboral en sectores como la Ciencia, la Industria y la Agricultura, pilares de la economía mayabequense. Un vistazo al territorio permite comprender mejor las singularidades, los resultados, las inquietudes y los desafíos con que el territorio arriba a su quinto cumpleaños.
Cinco años después...
Un lustro atrás, los más de 300 000 habitantes de esta parte occidental de Cuba, aunque sin Giraldilla, Prado o Malecón, se hacían llamar habaneros. Hoy el gentilicio es otro, y a la par de la identidad, se construye una capital y una provincia que se parezca más a su gente, inmersa, como todas las del país, en el proceso de transformaciones socioeconómicas que acompañan la actualización, con la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
Aunque no está en óptimas condiciones, como muchos quisiéramos, el transporte ha mejorado. Explica Valido Benítez que en 2011 no sumaban 70 los medios de transporte disponibles, y hoy más de cien interconectan los 11 municipios. Pero, si bien se han incrementado rutas, todavía no se satisface la demanda.
En Mayabeque ha crecido también en este quinquenio el número de estudiantes conjuntamente con los escenarios para su formación, aun cuando priman dificultades con la infraestructura. Especialmente, se fortalece la integración de la Universidad Agraria Fructuoso Rodríguez con la Facultad de Cultura Física y la Pedagógica.
Una mirada al territorio evidencia resultados favorables en el último lustro en sectores como la Salud, donde han ocurrido remodelaciones en distintos centros como el Hospital General Docente Leopoldito Martínez, en el cual se prevé un cambio de imagen en su exterior y donde recientemente el Ministro de Salud Pública inauguró el banco de leche materna, la consulta de patología de cuello y la cocina comedor, así como una clínica estomatológica en San José de las Lajas.
Mayabeque cuenta actualmente, además, con un Centro Auditivo, que no existía en 2011, y se trabaja en estos momentos para que en febrero próximo abra sus puertas el Centro de Genética y Reproducción Asistida. Con estas nuevas prestaciones se busca disminuir los traslados de pacientes a instituciones de la capital.
Existen mejorías, pero el pueblo tiene toda la razón en poner la varilla más alta con vistas a que este sea un mejor territorio y se superen las insatisfacciones e inquietudes que aún quedan por resolver.
Contrastes
Si de transformaciones se trata, el profesor de Educación Física Yosniel Peña Fernández considera que muchos aspectos de la vida de los lugareños ha cambiado aquí. «El parque está más bonito, el bulevar con la wifi ha cobrado mucha vida, son más variadas las ofertas gastronómicas.
«Sin embargo, aún los muchachos tenemos pocas opciones para divertirnos. No existen aquí centros nocturnos. A veces pasan los meses y no toca un grupo en la Plaza. Debemos seguir mejorando también las calles. Ya prolongaron la 40, hay que continuar así», acotó.
Arista esencial para el crecimiento del territorio es la cultura. Al respecto la maestra lajera Liosmara Muñiz González expresa con alegría que ya se cuenta con una editorial propia, Montecallado, para promocionar a los escritores del patio, pero se carece de una Galería de Arte y una sala de teatro con las condiciones especializadas que exige la práctica de la manifestación.
No menos importante en la agenda de inquietudes de no pocos mayabequenses, está la necesidad de lograr una mayor integración entre todos los territorios de la provincia, que redunde en un mejor planteo de las reservas y las potencialidades que aquí existen, «ya que todos podemos contribuir al avance y desarrollo del lugar donde vivimos optimizando los recursos que se tienen, pues si bien algunos piensan que el surgimiento de Mayabeque estuvo aparejado a la asignación de más recursos y financiamientos, no es esa la realidad. Estamos sujetos a las limitaciones y dificultades de cualquier otro territorio», especifica Valido Benítez.
Razones de cumple
A las puertas del quinto aniversario, hay opiniones que dan fe de movimientos constructivos, nuevas obras y proyectos que se emprenden.
«Soy del poblado de Tapaste, y he visto cómo remodelaron la sala de video, la casa de cultura y se reconstruye la escuela primaria Víctor y Orlando, un centro que se encontraba muy deteriorado», precisa la estudiante universitaria Yeniffer Abreu Mir.
«Hoy la Plaza Cultural de San José presenta otra imagen. También el cine-teatro Lajero muestra un rostro diferente, y desde hace unos meses disfrutamos de una sala de cine 3D y un coppelia», comenta el lajero Jorge García.
Entre las tradiciones productivas más acentuadas del territorio está el ron. «Por eso pensamos terminar la Casa del Havana Club, un sitio donde se podrá conocer la historia de esta marca y degustar bebidas», afirma Julio César García García, jefe de la Administración de la provincia, quien agrega que también se trabaja en el local de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas, donde serán expuestas las obras de los creadores locales.
Igualmente, se pretende aquí crear el teatro de la Asociación Hermanos Saíz, una Escuela de Deportes y otra de Arte. El Motel Rancho Alto ha experimentado remodelaciones y prevé comenzar a ofrecer sus servicios antes de julio, los cuales incluyen bar-discoteca, mirador, piscina, restaurantes y salón de juegos.
Este lustro ha depurado un sello de identidad en el occidente cubano, donde se emprenden cambios y un nuevo estilo de hacer que, como el niño que se inicia en la escuela, llega con experiencias y muchos deseos de superarse a sí mismo.