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Las nuevas «reglas del juego»

LA FEEM y la FEU estrenan reglamentos, y con ellos podrán lograr mayor autonomía y democracia interna

Autor:

Yuniel Labacena Romero

Alcanzar organizaciones más parecidas a su tiempo, con mayor autonomía en la base y que representen auténticamente a sus miembros, está en el espíritu de los nuevos reglamentos de las federaciones de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) y Estudiantil Universitaria (FEU), que comenzaron a regir en este curso escolar.

Se trata de cambios en la vida interna, en estructuras y en el quehacer de estas organizaciones, que adecuan sus documentos rectores a las condiciones y prioridades de trabajo, a la vez que ratifican conceptos y principios básicos: su funcionamiento orgánicamente independiente, el carácter voluntario del ingreso y la aceptación de la UJC como su organización de vanguardia.

Asimismo, confirman como esencia de su accionar la participación activa de sus miembros, los principios de centralismo democrático, la dirección colectiva y la responsabilidad individual, el ejercicio permanente de la crítica y la autocrítica constructiva, la disciplina consciente y el peso decisivo del criterio de quienes las integran.

Según explicaron a JR José Ángel Fernández Castañeda y Ariana Guerra Hernández, presidente de la FEEM y vicepresidenta de la FEU, respectivamente, estos documentos fueron objeto de amplia consulta en la base de ambas federaciones, y las modificaciones propuestas han tomado muy en cuenta el parecer y las sugerencias de las mayorías.

Ambos coincidieron en que las transformaciones están a tono con la Primera Conferencia Nacional del Partido, la que definió objetivos cuyo cumplimiento precisaba de cambios sustanciales en ambas organizaciones, que vienen a fortalecer su trabajo, a acrecentar su alcance e influencia y perfeccionar la labor político-ideológica, en aras de contribuir a la formación de las nuevas generaciones.

Igualmente enfatizan en la autonomía de las células de base, las cuales no deberán esperar por una orientación desde las instancias superiores para discutir, evaluar o realizar alguna tarea relacionada con su actuar entre los adolescentes y jóvenes, allí donde se desarrollan sus acciones.

Una FEEM más dinámica

José Ángel Fernández Castañeda, presidente de la FEEM, apuntó que estos cambios buscan alcanzar una organización más dinámica y que se parezca a sus miembros, así como contribuir a esa misión principal de lograr el estudio consciente de los estudiantes.

Destacó que la participación de los alumnos en cada decisión fue importante y que los debates involucraron en los centros a representantes de la educación preuniversitaria, técnica-profesional, artística, deportiva y pedagógica. Además, se desarrollaron seminarios a nivel de centro, municipio y provincia hasta llegar a nuestro Consejo Nacional.

«El Reglamento define ahora la función del grupo de la FEEM y su papel como centro de acción de las principales actividades que desarrollamos, el aprovechamiento de nuestras asambleas para debatir, reflexionar y transformar los problemas que afectan al grupo, a la escuela o a la organización.

«Igualmente precisa cuáles son los movimientos de la FEEM: el científico-investigativo, el deportivo, el de monitores y el de artistas aficionados. En ese sentido respalda el impulso y reconocimiento desde la base y hasta la instancia nacional de estos dos últimos, pues tributan tanto a la orientación vocacional y profesional, al estudio de carreras vinculadas a las ciencias, como al crecimiento espiritual».

Apuntó que en el texto se especifican mejor los procesos para contribuir a la defensa de la Patria, entre ellos la inscripción en el registro militar, la captación de féminas al Servicio Militar Voluntario y la atención a la Vanguardia Combativa Ramón López Peña, una vez que se eliminó el Destacamento para servir a mi       Patria, y se le dieron estas funciones al grupo como célula fundamental.

Como otras de las modificaciones, mencionó la reorganización de las estructuras de dirección por tipos de enseñanza y la eliminación del proceso de aval y preaval para los alumnos de la educación preuniversitaria. Habló de las nuevas medidas disciplinarias, en las que los miembros pueden hasta llegar a ser separados de la organización si incurren en indisciplinas graves como el fraude académico y otras manifestaciones antisociales. Asimismo puntualizó que el mayor reconocimiento que otorga la organización es la Condición Panchito Gómez Toro.

—¿Qué están haciendo para que se conozca el Reglamento?

—En la última semana de agosto se efectuaron los seminarios de preparación a dirigentes, los que se extendieron este mes a los municipios y centros con la participación de los estudiantes de nuevo ingreso. También las asambleas que se realizarán en el primer trimestre del curso tienen como propósito socializar el Reglamento. En estos momentos al documento se le hacen las correcciones gramaticales para que, junto a los Estatutos, llegue a los centros como parte del Manual Nosotros. No obstante, todos pueden disponer de su primera versión en formato digital.

El dirigente estudiantil declaró que el Reglamento permite consolidar esa autonomía que siempre ha tenido la base. «Permite que los estudiantes y dirigentes piensen, creen y hagan de la FEEM una organización entusiasta, emprendedora, que represente a sus miembros y logre hacer de sus movimientos y procesos un verdadero escenario de participación».

Mayor representatividad

Los cambios en los documentos rectores de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) son fruto de un proceso de consultas que había comenzado en 2012 —primero con los dirigentes estudiantiles y después en cada una de las brigadas—, antes de la celebración del VIII Congreso, el cual autorizó al Consejo Nacional a aprobarlos, como sucedió el pasado agosto.

Foto: Roberto Suárez.

Ariana Guerra Hernández, vicepresidenta de la FEU, manifestó que en la necesidad de las modificaciones influyó también el proceso de integración que vive la Educación Superior, lo que ha llevado a unir un grupo de universidades y, con ello, a asumir de forma diferente los procesos y actividades desarrollados por la organización más antigua de Cuba.

Señaló que la participación en el debate de más de 109 330 estudiantes, que representan el 87,2 por ciento de la membresía, y el análisis de 1 426 propuestas emergidas de las brigadas, hablan por sí solos de la magnitud del proceso.

«Para lograr esa amplia convocatoria, las universidades tuvieron la oportunidad de elegir cómo hacer la discusión de los documentos rectores, para que no fuera una tarea impuesta. Así se logró que nuestros miembros conocieran su Reglamento y propusieran cómo deseaban que fuera la FEU desde sus estructuras, actividades, movimientos y procesos.

«Defendimos la idea, por ejemplo, de que lo relacionado con los alumnos ayudantes, el movimiento científico, cultural o deportivo fuera discutido esencialmente con quienes participan en ello. Y si algo pudimos ganar con el debate es que trascendió los límites de los dirigentes para llegar a la brigada y que cada estudiante propusiera, modificara y hasta sugiriera eliminar elementos que no se relacionaban con ellos».

Guerra Hernández mencionó entre los cambios esenciales los vinculados con el proceso eleccionario, buscando mayor representatividad y liderazgo, y considerando la unión en las universidades de las facultades de Cultura Física y de Ciencias Pedagógicas.

«El secretariado de la universidad debe estar compuesto por estudiantes de los tres sectores, pues nadie mejor conoce a los educandos de Cultura Física que aquellos que están en la especialidad, y esto mismo sucede con el Pedagógico. Eso no quiere decir que quienes integran el secretariado no conozcan los procesos de todas las especialidades. Lo más importante es que sean heterogéneos y que su composición ayude a un trabajo más cohesionado.

Autor: Martirena.

«Ahora, para llegar a ser presidente de la Universidad no tiene que serlo en la Facultad, como ocurría antes, sino que la brigada puede proponer a quien integra la boleta a sus diferentes niveles, lo que permite ampliar la cantera de estudiantes para escoger los de mejores resultados. Además, evita que una estructura quede sin dirección, como pasaba.

«También adicionalmente se decidió la reducción del Consejo Nacional, de más de 150 miembros a 103, y se estableció la elección del Secretariado Nacional cada dos años, y del resto de las estructuras anualmente, así como la eliminación de los secretariados provinciales».

Explicó que con este Reglamento, en las elecciones todos los estudiantes tienen la posibilidad de elegir al presidente de su universidad, algo que no ocurría antes en las universidades pedagógicas y de ciencias médicas. Además, habrá una boleta única para seleccionar al presidente de la FEU y demás miembros del secretariado de la Universidad.

Igualmente precisó que el Consejo Provincial de la FEU está integrado por los presidentes de las universidades, y uno de estos funge como coordinador provincial, quien es el responsable del funcionamiento de la organización en el territorio, participa en el Consejo de Rectores y coordina las principales actividades y procesos.

La dirigente estudiantil manifestó que bajo este principio, hoy diez provincias han asumido esa estructura, incluida La Habana, y que un análisis de las coyunturas actuales valida la funcionalidad de la propuesta, ya que en los territorios existen dos universidades, excepto en la capital.

Como cambio importante se añade cuáles son las relaciones de la FEU con la institución, algo que nunca estuvo escrito. Sobre ello, dijo que se plasmó la participación de la organización en los colectivos de año, espacio natural para la representación estudiantil ante la institución, en aras de conseguir mejores resultados académicos y formativos.

«Los estudiantes estarán representados por sus líderes en los consejos de dirección, las comisiones de carrera, en la evaluación del proceso docente y en la ubicación laboral».

Sobre las distinciones y reconocimientos de la FEU, expuso que se ratificaron los premios Alma Máter, Tiza de Oro y A un futuro maestro, y el carné que acredita como Miembro de Honor de la Organización y se aprobaron otros como el sello o moneda conmemorativa para aniversarios cerrados y un premio a los corresponsales estudiantiles.

«Hoy el ABC, como se conoce nuestro documento rector, está en todas las universidades en formato digital y aspiramos a que antes del 20 de diciembre —fecha de fundación de la Organización— cada brigada cuente con una versión impresa, pues las metas propuestas persiguen garantizar la retroalimentación permanente entre nuestras estructuras, contribuir a la preparación de los dirigentes y propiciar el cumplimiento de nuestra misión: representar al estudiantado universitario», concluyó.

Lo peor que pudiera pasar con los recién estrenados reglamentos es creer que una vez estampados y aprobados, el cambio en la vida estudiantil y la autoridad de ambas organizaciones se propiciarán mecánicamente. De nada valdrían esas transformaciones si quienes tienen que encauzarlas no les ponen carne y alma.

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