El Código de Trabajo reconoce los derechos de los nuevos actores de la economía, tales como los trabajadores por cuenta propia y las cooperativas no agropecuarias. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:51 pm
La implementación del nuevo Código de Trabajo resulta un proceso de suma importancia, si tomamos en cuenta que las leyes laborales son de las más complejas que se pueden instrumentar en un país. El nuestro, desde su proceso de discusión en julio del pasado año, despertó los más diversos debates por su trascendencia, pues nos toca a todos.
De eso habló Elio Valerino Santisteban, asesor jurídico de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en un encuentro con la prensa este viernes, durante el cual precisó que el Código viene a fortalecer los derechos de los trabajadores y, al mismo tiempo, el cumplimiento de sus deberes, así como los mecanismos de la administración para exigir una mayor disciplina en los centros.
Puntualizó que la legislación —aprobada en diciembre de 2013 por la Asamblea Nacional del Poder Popular y que entró en vigor el martes último con su publicación en la Gaceta Oficial— consta de un Reglamento y 21 normas complementarias, los cuales se han actualizado acorde con el modelo económico y social de la nación, y con el escenario en el que emergen nuevos sujetos laborales.
Valerino Santisteban expresó que las normas contienen regulaciones específicas vinculadas con algunos organismos y actividades, como los sectores de Cultura, Salud Pública, Educación y Educación Superior, Finanzas y Precios, y al mismo tiempo, hay otras que poseen un carácter más técnico.
Otras están dirigidas a cuestiones asociadas con la salud y seguridad del trabajo en determinadas actividades. Además, hay dos que son de carácter general: una vinculada a las enfermedades profesionales para atemperarla a la actual realidad epidemiológica del país, y la otra es la concerniente a los chequeos médicos preempleo.
Nuevas concepciones
Según puntualizó el asesor jurídico de la CTC, el Código de Trabajo reafirma el papel garante y protector del Estado en cuanto a los derechos laborales fundamentales, y se ha tratado de eliminar de cierta manera el exceso de funciones normativas que existían en el país y de trámites burocráticos y administrativos para la toma de decisiones.
«Está a tono con lo planteado por los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, de descentralizar muchas decisiones a nivel de la entidad. Las principales ideas se acuerdan en la base y eso redundará en que las entidades logren un convenio colectivo de trabajo que desempeñe su verdadero papel.
«Además, se introducen conceptos alejados en gran medida de los usados, en cuanto a las relaciones de trabajo, sobre todo en lo vinculado con el empleador, un término que nunca se había utilizado en Cuba y que no solo está restringido a la entidad laboral. Ya no hablaremos de administrador.
En la legislación se reconoce a los nuevos actores de la economía, como los trabajadores por cuenta propia y las cooperativas no agropecuarias, los cuales tendrán sus derechos. «Es un reto para nosotros que conozcan la Ley y que la apliquen», afirmó.
El especialista dijo que el Código reconoce nuevos derechos como los relacionados con la protección del trabajador y otros para las organizaciones sindicales acerca de sus funciones, que obligadamente tendrán que acordarlo desde el convenio colectivo de trabajo en cada centro.
«En relación con el salario —uno de los temas más debatido y de mayores expectativas— se acordó mantener en la ley los principios de formas de pagos y los sistemas que tiene cada una de estas, y luego crear otras legislaciones, pues estamos en espera de decisiones vinculadas con ese asunto», aseveró.
Preparación necesaria
El cronograma de instrumentación del Código se iniciará el próximo 23 con los seminarios a los Organismos de la Administración Central del Estado, y al día siguiente será el de los cuadros profesionales del movimiento sindical. Después, vendrá la capacitación a nivel de provincia hasta el 4 de julio, para luego seguir en los municipios.
En consonancia, Valerino Santisteban puntualizó que el reto más grande y de mayor envergadura es el seminario que seguirá, ya que implica a las organizaciones sindicales de base y a las entidades, pues son estas las que deben poner en práctica la nueva Ley.
«El proceso debe terminarse entre noviembre y diciembre, y para ello hemos laborado de conjunto con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social».