Palabras pronunciadas por Daniel Ortega Saavedra, presidente de la República de Nicaragua, en el acto de conmemoración del 60 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en la Plaza Mariana Grajales, Santiago de Cuba, el 26 de julio de 2013, “Año 55 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)
En la madrugada, cuando llegábamos al aeropuerto de Santiago, me preguntaban los periodistas sobre el Moncada, yo les respondía que entonces yo andaba por los siete años de edad, el Moncada fue en julio y yo cumplía años en noviembre; en noviembre estaría cumpliendo ocho años, en el año 1953. ¿Y cómo conocí del Moncada? Por mi padre; mi padre, quien estaba comprometido con la lucha revolucionaria y que conversaba con los amigos ahí, todos los días estaban conspirando contra la tiranía de Somoza, e identificándose con la lucha de los pueblos y, lógicamente, el Moncada fue una sacudida, y yo escuchaba.
Luego, en el año 1966-1967, en el IV Congreso Latinoamericano de Estudiantes participé, allá en La Habana. Nos llevaron a un recorrido y no podía faltar el Moncada en ese recorrido, y fue la primera vez que me encontré con ese testimonio vivo de la dignidad del pueblo cubano, de la dignidad de los pueblos de América, de la dignidad de los pueblos del mundo (Aplausos).
Querido Fidel; querido Raúl; queridos Pepe, Lucía Topolanski, Nicolás, hermano Nicolás, hijo de Chávez, ¡un obrero al frente de la Revolución Bolivariana! (Aplausos); querido hermano Evo Morales, líder indiscutible, representante de los pueblos originarios; hermano Skerrit, de Dominica; Baldwin Spencer, de Antigua y Barbudas (Aplausos); compañero hermano Ricardo Patiño, de la hermana República de Ecuador —Ricardo, combatiente sandinista allá en Nicaragua, en la lucha contra la dictadura impuesta por el imperio— (Aplausos); Ralph Gonsalves, Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas (Aplausos) y Kenny An, de Santa Lucía (Aplausos).
Queridos hermanos cubanos, querido pueblo de Cuba:
Desde Martí a Fidel, desde la batalla de Dos Ríos hasta Fidel, levantando en el Moncada la bandera de Martí: batalla de las ideas entonces, batalla de las ideas hoy. Desde el Moncada al Granma, del Granma a la Sierra Maestra, de la Sierra Maestra a la victoria; desde la victoria de 1959 hasta estas nuevas batallas y estas nuevas victorias en Girón, en la instalación del socialismo, en la defensa de las ideas frente al bloqueo imperialista, batallando siempre con el pueblo y por el pueblo, contra los más brutales actos de terrorismo, como la voladura del avión con 73 pasajeros, víctimas de la saña y del odio del imperio yanki contra un pueblo que, hoy hace 60 años, había decidido en el Moncada, con Fidel, con Raúl, con Abel, vivir el combate permanente por la libertad y la dignidad de su pueblo (Aplausos).
Martí, Fidel, la Revolución encarnándose en el pueblo, en la educación, en la salud, en la producción, en el deporte, en la cultura, en la ciencia, en la tecnología, asumiendo los nuevos desafíos en la defensa de las conquistas básicas de la Revolución a partir del período especial; el pueblo todo movilizado en el rescate del niño Elián González y en la lucha para liberar a los héroes prisioneros del imperio (Aplausos).
Cuba, Fidel, Raúl, la Revolución Cubana inspirando a los pueblos en nuestra América y en el mundo, encendiendo la llama inextinguible de la revolución con su mística y su fe en todas las batallas y en todas las victorias.
Cuba, estrella solidaria, irradiando esa inmensa fuerza moral en América Latina y el Caribe, en África, en Asia; la batalla de las ideas librándose entonces como la lucha armada revolucionaria; la fuerza indoblegable de los pueblos expulsando la dominación colonialista, neocolonialista e imperialista. En todas esas luchas, en todos esos combates ha estado vivo el espíritu de la gesta heroica del Moncada, el espíritu y el ejemplo de Fidel, de Raúl y de este pueblo heroico (Aplausos).
Y a finales del siglo XX e inicios de este siglo XXI la lucha de los pueblos alcanzando gloriosas victorias bajo nuevas modalidades: Fidel y Chávez, es decir, el ALBA, Petrocaribe. La batalla definitiva por la unidad de los pueblos latinoamericanos y caribeños se ha iniciado. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la CELAC, cuya próxima cumbre se estará realizando aquí en Cuba, son los postulados de Bolívar, de Martí, de Morazán, de Sandino haciendo realidad estos principios, que cuando fueron proclamados y defendidos eran sueños y utopías (Aplausos).
En este 60 aniversario del Moncada, Cuba, sometida a las más brutales agresiones del imperio, es el mejor testimonio de que la libertad, la soberanía, la justicia, la independencia y el derecho a la paz de los pueblos sí pueden ser defendidos y sí pueden ser salvaguardados cuando una revolución, sus ideas, sus principios son asumidos por todo un pueblo (Aplausos).
Llegará el día en que el bloqueo será derrotado por un mundo multipolar, en el que el polo de la unidad latinoamericana y caribeña ya decidió romper ese bloqueo y cuando la inmensa mayoría de los pueblos de nuestro planeta votan cada año en Naciones Unidas exigiendo el fin del bloqueo.
Desde la Nicaragua que ha venido librando a lo largo de su historia y desde el siglo antepasado múltiples batallas contra el expansionismo yanki, batallas en las que fueron derrotados y expulsados los invasores; desde la Nicaragua que ha enfrentado a sangre y fuego la ocupación de las tropas del ejército yanki, que se han estrellado con la resistencia heroica de los patriotas populares y antiimperialistas; desde la Nicaragua que después de la gloriosa Revolución Cubana, 20 años después, en 1979, alcanzó la victoria revolucionaria con la solidaridad de Cuba y de Fidel (Aplausos); desde la Nicaragua que reconoce y agradece la generosa solidaridad de Cuba, de Fidel, de Raúl, de su pueblo, reciban, queridos hermanos, queridas hermanas, queridas familias cubanas, reciba la gloriosa Revolución Cubana, el abrazo fraterno y revolucionario de la Revolución Popular Sandinista y del pueblo nicaragüense, en este 60 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
¡Que viven los héroes y mártires del Moncada! (Exclamaciones de: “¡Vivan!”)
¡Que viva Martí! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Que viva Fidel! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Que viva Raúl! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Que viva el Comandante heroico Ernesto Guevara! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Que viva Chávez! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Que viva la unidad latinoamericana y caribeña! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Hasta la victoria siempre! (Aplausos.)