Las producciones de Provari en el programa de materiales de la construcción apoyan las demandas de la población en los conocidos «rastros». Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 05:30 pm
«No hay nada mejor que poder comprar en tu moneda, en la nacional, lo que necesitas. Si quieres comprar un colchón camero en la shopping, tienes que tener una gran cantidad de CUC. Por eso es bueno tener esta opción, pues en las tiendas en moneda nacional lo obtienes con un precio menor y con buena calidad».
Felicia González refleja un dilema de una parte de la ciudadanía. Residente en el municipio habanero de Plaza de la Revolución, daba estas opiniones mientras compraba un colchón camero por 2 190 pesos en moneda nacional, en un mercado industrial.
A la opinión de esta mujer puede dársele un significado simbólico. Para muchos cubanos un colchón es mucho más que ese objeto para descansar, acomodar y disfrutar el cuerpo. También debajo de él pueden esconderse algunas «guanajas» de las que pueden extraerse, al parecer, mejores acomodos para la vida cuando determinadas empresas nacionales deciden producir y comercializar en moneda nacional.
Hay que ahorrar de todos modos durante un tiempo, dijo el esposo de Felicia, Manuel Díaz, pero ya otras personas lo han comprado y nos han asegurado que son buenos, y la diferencia de precios con el de la tienda en CUC es grande, así que creo que con esta opción, salimos ganando.
Salvador Hernández, residente en Bejucal, siente tranquilidad de poder encontrar pintura de vinil en los mercados industriales, a precios más módicos. «La calidad es buena, tampoco hay que esperar que sea como la de la tienda de divisas, pero siempre será una alternativa para quienes quieren arreglar su casa y no tienen tantos recursos».
Afortunadamente para Salvador, no solo consiguió la pintura en estos establecimientos, sino también una colchoneta de guata para una cama pequeña, y un multimueble. Su hija Emilia está contenta. Así, poco a poco, pueden terminar lo que falta para que la casa tenga sus comodidades.
Garantizarlas amerita ciertos gastos en CUC que a veces no pueden tenerse; es por ello que los mercados industriales son cada vez más visitados por quienes buscan alternativas, y también los «rastros», locales en los que se venden de manera liberada materiales de construcción en moneda nacional.
«Los bloques, las vigas y las plaquetas de techo y el lavadero de mi patio fueron comprados en el “rastro”, refiere Gisela Castillo, coterránea de Salvador y Emilia. «Con eso pude resolver mi problema en la casa», afirma.
Acceder a colchones, almohadas, colchonetas, estantes de cocina, multimuebles, camas, escaparates, tanques plásticos y materiales de la construcción no es tan difícil, según coinciden aquellos que, como Felicia, Manuel, Salvador, Emilia y Gisela, fueron entrevistados por JR. Las producciones de la empresa cubana Provari garantizan la permanencia de esos artículos en el mercado.
Provari por dentro
La empresa Provari, con más de 30 años de fundada y con unidades básicas en todo el país, tiene alrededor de 200 producciones destinadas a la población, las cuales se comercializan a través del Ministerio de Comercio Interior.
Según Vladimir Cañizares Rodríguez, director comercial de Provari, otras actividades también son razón de ser de la empresa, como la producción de carbón vegetal y las desarmadoras de autos.
«El carbón vegetal lo exportamos a través de la empresa Cubaexport, y en las desarmadoras de autos, como las que existen en la capital, Villa Clara y Holguín, —donde se reciben aquellos que fueron dados de baja en los organismos, principalmente los dedicados a la renta y al turismo—, recuperamos piezas y partes que luego se comercializan en la red minorista a través de la empresa Sasa».
Sin embargo, agrega Cañizares, las principales actividades de Provari se dirigen a satisfacer las necesidades de la población.
«En cuanto a los materiales de la construcción trabajamos en la producción de bloques, elementos de piso y techo, ladrillos, tanques plásticos, pinturas esmaltadas y especiales, pero también con los muebles metálicos y de madera, velas, cubos, palanganas, vianderos, brochas, colchones de espuma y guata, almohadas y bolsas de mercado.
«Las conocidas botas de Hércules; los insumos agropecuarios como guantes, overoles y herraduras, así como los insecticidas, antipiojos, garrapaticidas, repelentes y ambientadores que pueden verse en todos los mercados industriales, también integran las producciones de la empresa, con alto nivel de aceptación en la población», añadió Cañizares.
La línea de artículos desechables como vasos, cubiertos y absorbentes, producidos en Matanzas, y la clasificación de ropa reciclada son otros servicios que ofrece Provari.
Por mejor calidad y mayor acceso
Una de las preocupaciones más frecuentes de la población, manifestadas en el sondeo realizado por JR en la capital, Matanzas y Bejucal, en la provincia de Mayabeque, está relacionada con la calidad de las producciones, pues afirman que, en muchos casos, lo que se vende en moneda nacional no tiene la misma calidad que lo que se oferta en las tiendas recaudadoras de divisas.
Martha Labrador, directora general de la Empresa Minorista de Bejucal, asegura que productos como los tanques plásticos de agua y la mueblería de madera y de aluminio se encuentran entre los más demandados, no solo por la necesidad de la población, sino también por su calidad comprobada.
Ese es un compromiso vital para Provari, argumenta Cañizares, y además se tiene un amplio control a través de la gestión de la calidad implantada en la empresa, con la norma ISO 9001, certificada en tres de sus entidades.
«Los clientes tienen el derecho de exigir por la calidad de los productos que adquieren; pero deben saber que todo lo que comercializamos está certificado por los organismos correspondientes, incluso el bloque que producimos de manera semimanual, y que es prioridad para nosotros perfeccionar el trabajo diario», puntualizó Cañizares.
—¿Cómo se establecen los precios de las producciones de Provari?
—El principal cliente de Provari es el Ministerio de Comercio Interior, y a sus empresas mayoristas les entregamos nuestras producciones nominalizadas como los materiales de la construcción, y es esa entidad quien determina el precio de venta minorista del producto según su precio de costo.
«En el caso de las producciones no nominalizadas, como la mueblería y los colchones, Provari comercializa directamente con las unidades de comercio».
Aun cuando la empresa estudia el mercado y sus demandas sistemáticamente, Cañizares reconoce que algunos factores todavía atentan contra el cumplimiento del plan, como la inestabilidad en el abastecimiento de materias primas, y su transportación y la del producto terminado, en algunos casos.
«No obstante, estamos satisfechos con los resultados alcanzados en nuestro trabajo, ya que el pasado año tuvimos un plan de 113,9 millones de pesos, un 50 por ciento mayor que el del año anterior. Conocer la opinión de la población y satisfacerla es nuestra prioridad», afirmó Cañizares.