La municipalización de la enseñanza superior ha sido un proyecto de grandes y enaltecedores amores. Autor: Roberto Morejón Guerra Publicado: 21/09/2017 | 05:22 pm
Unos estaban desconectados socialmente. Se les llamaba los «eslabones perdidos». Otros se encontraban plenamente integrados a la vida económica, social o política del país, aunque les faltaba la oportunidad para enriquecer sus conocimientos, y comenzar a entregarlos en obras.
La municipalización de la enseñanza superior ha sido un proyecto de grandes y enaltecedores amores. Cuando el empeño es hacer crecer a los seres humanos, involucrarlos en un proyecto de mejoramiento, de ellos y de la sociedad, pueden recogerse frutos, como cuando este martes, muchos que nunca lo imaginaron, recibieron sus títulos de las universidades cubanas; de esas sedes que no por locales son pequeñas, porque el saber, dondequiera que se aprenda, siempre es grande.