TRINIDAD, Sancti Spíritus.— El único barracón de esclavos conformado por viviendas individuales que se preserva en el país, se encuentra en período de restauración en el poblado de Manaca Iznaga, en la tercera villa de Cuba.
El sistema constructivo está compuesto por 13 pequeñas cabañas de mampostería y techo de tejas criollas, que se encuentran habitadas en la actualidad. En cada una de las casas se alojaba un número indeterminado de esclavos, refirió Víctor Echenagusía Peña, especialista de la Oficina del Conservador de Trinidad.
Esta configuración espacial crea una especie de urbanización con calles intermedias y resulta un caso sui géneris dentro de la historia azucarera de Cuba, al diferenciarse de un sistema de barracones predominante con sección de planta cuadrada y grandes tiras de habitaciones alrededor de un patio central, según estudios del investigador Manuel Moreno Fraginals en su libro El Ingenio.
Echenagusía calcula que debieron existir más de 30 viviendas de este tipo para conformar el barracón del ingenio Manaca Iznaga, uno de los 74 que durante siglos existieron en el Valle de los Ingenios, declarado por la Unesco en 1988, junto a Trinidad, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Las acciones principales de restauración se han dirigido a las cubiertas y fachadas, con la consiguiente liberación de elementos ajenos a la expresión originaria del edificio, sin alterar el hábitat de las familias, refirió el especialista.
En estos momentos los estudios se centran en el reordenamiento espacial de las pequeñas y estrechas calles que conforman las casas. Una vez concluidas las obras, el sitio podrá articularse con otros atractivos históricos, culturales y naturales para el turismo en el Valle de los Ingenios.