La defensa del ser humano en la hora actual de Cuba y el mundo, resultó la esencia del intercambio. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:13 pm
La defensa del ser humano en la hora actual de Cuba y el mundo, resultó la esencia del intercambio que este jueves sostuvieron miembros del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), y otros dirigentes juveniles y estudiantiles, con líderes juveniles religiosos.
«El arte está en sumar», expresó el segundo secretario de la UJC, Ernesto Luis Corvo Vizcaíno, quien a modo de pórtico de la jornada recordó que hace casi un año se produjo un diálogo similar, algo que ahora acontece en un momento crucial para la humanidad y para el país, inmerso en transformaciones importantes.
«Tenemos la necesidad —expresó Corvo— de seguir identificando espacios comunes para la acción, de seguir tendiendo puentes. El encuentro de hace casi un año ha dado frutos; y podemos hacer más, siempre en el respeto a las diferencias, y a la unidad en torno a los valores patrios».
Luego de compartir con los líderes religiosos una breve exposición sobre el funcionamiento y los propósitos de la UJC, Osnay Miguel Colina Rodríguez, al frente de la esfera ideológica de la organización política, recordó la batalla por la liberación de nuestros cinco Héroes injustamente presos en Estados Unidos, causa —dijo— que por su espíritu profundamente patriótico y humano constituye un espacio común para todos los jóvenes.
Ahondando en la idea, Leyra Sánchez Valdivia, responsable de la esfera de Relaciones Internacionales de la UJC, comentó que en la lucha por la liberación de los compatriotas, jóvenes cristianos y no cristianos han desplegado acciones de conjunto; e hizo referencia al recién concluido Encuentro Internacional de Solidaridad con los Cinco, donde compartieron múltiples puntos de vista.
«Tenemos el deber —enfatizó la dirigente— de exigir justicia, de sensibilizar a la comunidad internacional». Y recordó que este episodio del maltrato, de «lo no humano», demanda de todos los hombres y mujeres de buena voluntad un acercamiento a las familias de cinco héroes reales, tocables, que han dejado atrás sus años de juventud y llevan mucho tiempo en prisión por creer en la Patria, por creer en la paz.
Jarley García Nazco, presidente del Movimiento Estudiantil Cristiano, afirmó que los jóvenes que desde sus valores cristianos han tenido oportunidad de estar al tanto del proceso de los Cinco, reconocen cuán injusto, inhumano y anticristiano es todo lo que están viviendo esos hombres.
La batalla por la liberación de los cinco luchadores antiterroristas —destacó Jarley— es la posibilidad, para los jóvenes cristianos, de reafirmar su fe y de constatar cómo las convicciones políticas llevan a soportar tantos años de confinamiento. Es un tema, señaló, que puede unir a muchos jóvenes en reflexiones profundas.
Los momentos de la pelea por rescatar al niño Elián González fueron recordados por Rita García Morris, vicedirectora del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo, de Cárdenas. Evocó que entonces unos y otros subieron a las tribunas para reclamar la liberación del pequeño. Por eso, al ofrecer su opinión sobre la batalla por los Cinco, habló de sumar a las familias y de las posibilidades que la Iglesia tiene de ayudar a unir, a sensibilizar en pos de la espiritualidad y de las mejores causas del pueblo.
Sobre los puntos comunes que en Cuba unen a jóvenes creyentes y no creyentes, Dorilin Tito San Jorge, directora del Departamento de Jóvenes y Adolescentes de la Iglesia Bautista William Carey, subrayó que «todos somos cubanos, todos tenemos el mismo sentir patrio, todos queremos la paz». Y abogó por unir a las familias, por trabajar en cultivar los mejores valores en niños, adolescentes y jóvenes.
Otros miembros del Buró Nacional de la UJC compartieron conceptos alusivos a diversos escenarios desde los cuales los jóvenes han trabajado juntos y pueden seguir haciéndolo. De tal modo resultan inspiraciones comunes la preocupación por el medio ambiente, por la salud humana y por una arista tan prioritaria como la sexualidad de los jóvenes. Y son terreno de labor común las potencialidades que hay en el arte o en el estudio del pensamiento de José Martí.
Hacia el final del encuentro la psicóloga Valia Solis Peraza, del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo, de Cárdenas, hizo referencia a la idea de nuestro Presidente Raúl según la cual el mayor obstáculo que seguimos teniendo por delante son las barreras psicológicas. En la lucha por la esencia humana, destacó, no hay divorcio entre cristianos y no cristianos.
Jorge Sutil Sarabia, miembro del Buró Nacional de la UJC a cargo de la esfera obrera, resaltó que es en la comunidad donde la voluntad de unir, de fortalecer valores como la honestidad y la laboriosidad, se hace tangible. Es allí donde el resultado práctico dice la última palabra.
En tal sentido, Ernesto Luis Corvo comentó que el mayor reto está precisamente en cómo se materializan, en la base, las ideas que van naciendo; en cómo funcionan los espacios comunes ya existentes y todos los que habrán de irse articulando.