Abdel Mayid Ahmed Nayi, agregado cultural de la Embajada de la República Árabe Saharaui Democrática en Cuba asegura que el XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en África será espacio para exigir justicia contra las estériles pretensiones de Marruecos por esclavizar a su pueblo. Autor: Arturo Enamorado Publicado: 21/09/2017 | 05:04 pm
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— «El XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en África abre otro escenario para la nueva etapa de lucha que desarrolla el pueblo saharaui, y será espacio para exigir justicia contra las estériles pretensiones de Marruecos por esclavizarnos», dijo a este diario en la Isla de la Juventud Abdel Mayid Ahmed Nayi, agregado cultural de la Embajada de la República Árabe Saharaui Democrática en Cuba.
Comentó que África lo merece porque demostró con la realización del último Mundial de Fútbol que está lista para empeños mayores, contrario a la visión que los imperialistas dan del continente.
El funcionario confía en el éxito del evento al que asistirán también para unir sus voces a la de los jóvenes del mundo, mostrar su verdad y seguir defendiendo su soberanía.
«Nosotros pertenecemos a todas las juventudes europeas, latinoamericanas, africanas… y creemos que la cita juvenil en Sudáfrica es perfecta para reunir a todos los hombres y mujeres del planeta amantes de la paz y multiplicar los mensajes de solidaridad, al tiempo que demandaremos una vez más sin cansarnos el fin de la guerra, la injusticia y el genocidio», subrayó.
Recordó la reciente masacre protagonizada por la policía marroquí contra la población civil de su país residente en territorio ilegalmente ocupado, cuando solo exigían el derecho a su independencia y autodeterminación, hecho que le costó la vida a un inocente de 14 años.
«Todos esos atropellos y violaciones a los derechos humanos que Marruecos comete contra mi país ante los ojos impasibles de los órganos internacionales, que poco o nada hacen para detener la ola de muertes inocentes, lo denunciaremos al mundo en África, en ese continente que hoy levanta la mirada al futuro», enunció.
La relación entre la República Árabe Saharaui Democrática y Cuba se inició desde el comienzo de la lucha armada contra Marruecos.
«La mano amiga de Cuba ha estado junto a nosotros. Desde el inicio de la guerra y bajo la balas envió brigadas de maestros y médicos a los campamentos de refugiados para ayudar al pueblo saharaui a construir y organizar el sistema de educación y de salud», cuenta Abdel Mayid.
«Sin embargo —aclara— fue aquí en la Isla de la Juventud donde se pudo materializar el sueño de muchos jóvenes de estudiar la primaria, secundaria, estudios superiores y hoy son los cuadros, personal profesional y políticos que asumen la dirección de la lucha en las arenas de los campamentos.
«La Revolución Cubana puso a nuestra disposición en esta pequeña isla tres escuelas de la enseñanza media y una de la enseñanza media superior, en las que tuvimos cerca de 400 estudiantes en cada una, y garantizó además los alimentos, los materiales de estudio, de vida y el capital humano capacitado para enseñar.
«El pueblo pinero nos acogió como uno más de la familia, nos brindó sus casas, su amistad… Rompimos la barrera del idioma, aprendimos de los cubanos, de sus costumbres… a bailar salsa, jugar pelota, dominó… tanto así que a los graduados en Cuba les dicen “los caribeños” allá en Sahara, porque también comen arroz con frijoles y congrí».
El representante saharaui agradeció en nombre de su pueblo el empeño y la ayuda desinteresada del Gobierno y Partido Comunista cubanos, en especial en la Isla de la Juventud, donde gracias a la revolución educacional se beneficiaron desde 1976, miles de niños y adolescentes de África, Asia y América Latina en todos los niveles de enseñanza.