Develan tarja en la casa natal de Harold Gramatges. Autor: Miguel Ángel Gaínza Publicado: 21/09/2017 | 04:57 pm
SANTIAGO DE CUBA.— Una tarja de bronce, obra del artista Mario Trenard, muestra la imagen del maestro Harold Gramatges, junto con un texto alusivo, en el frente de la casa donde nació el eminente músico, en la calle Heredia, de esta ciudad.
El 26 de septiembre de 1918 nació el maestro Gramatges, uno de los músicos más importantes de Cuba en el siglo XX, en la vivienda marcada con el número 416, en calle Heredia, entre Reloj y Clarín, en el centro histórico de la urbe santiaguera.
Artistas de todas las manifestaciones, el autor de la obra, Mayito Trenard; vecinos de la comunidad y alumnos del cercano Instituto Preuniversitario Rafael María de Mendive, participaron en el acto de develamiento, en el que Rodulfo Vaillant García, presidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba en Santiago de Cuba, dijo que rendían tributo a un hombre grande; un hombre que en todos los momentos de su vida expresaba el orgullo de haber nacido en esta «ciudad rodeada de montañas azules», y lo calificó como uno de los más grandes músicos cubanos de todos los tiempos.
Gramatges comenzó aquí sus estudios de piano con la profesora Dulce María Serret, en el Conservatorio Provincial de Música, y aunque pasó a radicar en La Habana y tuvo una vida profesional muy intensa, jamás se alejó del vínculo, casi íntimo, con su ciudad natal.
En 1996 ganó la primera edición del Premio Iberoamericano de la Música Tomás Luis de Victoria, entregado en Madrid por los Reyes de España.
Douglas Palancar, presidente de la Comisión Provincial de Monumentos, señaló que constituye un motivo de orgullo que este cubano universal sea hijo de esta ciudad. Una placa en su casa natal es uno de los actos de reconocimiento que Santiago de Cuba debe a uno de sus ilustres hijos, apuntó.
Harold Gramatges falleció en La Habana el 16 de diciembre de 2008. «Aun y cuando físicamente ya no está entre nosotros, él dejó su huella y su ejemplo de consagración a la música y a la humanidad», expresó el maestro Daniel Guzmán Loyzaga.