A desterrar el formalismo en la labor de la militancia y las estructuras de la UJC instaron las discusiones de este sábado en las asambleas municipales de Ciego de Ávila y Jagüey Grande. Autor: Adán Iglesias Publicado: 21/09/2017 | 04:54 pm
CIEGO DE ÁVILA.— La Unión de Jóvenes Comunistas está llamada, hoy más que nunca, a discutir sin descanso y superar los formalismos de entrega de actas y despachos de cotización, que en ocasiones envuelven la vida interna de la organización.
Yamilka Morales Hernández, de la Organización Básica Eléctrica, expresó en la asamblea municipal en Ciego de Ávila con vistas al IX Congreso de la UJC que un comité de base no podrá desempeñar su papel en hacer más efectiva la economía cubana si la dirección y membresía no superan la supuesta idea de que lo más importante es cotizar y reunirse rápido.
«¿Dónde está la Juventud? —preguntó Yamilka—. Esa interrogante hay que hacerla. Muchas veces en las empresas no se siente el papel de los jóvenes y ese tiene que ser un indicador para medir el trabajo de la organización».
No son pocas las ocasiones, cuando se plantea el rol que debe jugar la UJC, que se originan divagaciones kilométricas sin llegar a nada concreto. De ahí la importancia del planteamiento de Yamilka, junto al de otros delegados como Omelio Carvajal Mesa, de la Universidad Pedagógica Manuel Ascunce Domenech.
El joven relató cómo la exigencia en las medidas de ahorro energético sufría incomprensiones en muchos estudiantes. El conflicto se convirtió en una prioridad de la Juventud. Se documentaron en el área económica y en encuentros abiertos explicaron cuánto gastarían las luces de un aula durante varias horas. Entonces se empezó a entender la necesidad de agrupar el autoestudio en un número de aulas por la noche y dejar el resto apagadas.
También esa vocación al convencimiento debe estar en el esfuerzo por explicar la pertinencia de usar eficientemente los recursos y el personal en el sector de la Salud. Al respecto, Jorge Luis Tapia Fonseca, primer secretario del Comité Provincial del Partido, informó que en las próximas semanas se iniciará un proceso de análisis en el Hospital Antonio Luaces Iraola, el centro con mayor concentración de trabajadores en el municipio.
«Hay que discutir sin descanso», señaló José Ramón Machado Ventura, miembro del Buró Político y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
Al momento de analizar la exigencia y el papel de vanguardia de los jóvenes, Machado Ventura apuntó que el paternalismo es nocivo, pero también lo es el hecho de adoptar con rapidez sanciones fuertes, incluso la separación de las filas, sin antes haber hecho una labor de formación.
«Cuando de primera instancia se separa a un joven, sin que este haya cometido errores de principio, queda una huella en él, dijo Machado. Por eso lo primero es conversar, discutir con él y convencer por el valor del ejemplo y los argumentos, los cuales no pueden existir cuando un comité de base no funciona de la forma debida».
Liudmila Álamo Dueñas, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, apuntó que esta asamblea debe ser para volcar el trabajo de la organización en la sociedad y hacer sentir aún más su presencia, uno de los propósitos del próximo Congreso.
«Nos falta debate —señaló—, como también tenemos que desterrar el tema del crecimiento impuesto. Hace mucho tiempo que la UJC no trabaja por crecer en cantidad sino en calidad de jóvenes. Y el criterio del número todavía sigue pesando en nuestro quehacer».
En el encuentro, una parte importante de los criterios se dirigió a identificar vías para que la organización alcance un papel más preponderante en la sociedad, en aspectos vitales como la sustitución de importaciones y la creación de una mentalidad de productores y no de consumidores.
En la Asamblea se eligieron los siete delegados que, junto a la delegada directa, seleccionada en la Empresa de Cepillos y Artículos de Plásticos Juan Antonio Márquez, integran la representación del territorio al IX Congreso. Al conformarse el nuevo Comité Municipal, fue ratificado Rodisbel Borges González en el cargo de primer secretario.
El Comité de Base puede hacer más
JAGÜEY GRANDE, Matanzas.— Las transformaciones en el sector educacional concentraron el mayor espacio de los análisis en la asamblea de balance de la UJC de este municipio, efectuada en el Centro Multipropósito Jesús Falcón.
Era de esperar, pues se trata de una de las mayores plazas educacionales del país. En este municipio existen 39 primarias, siete preuniversitarios, cinco politécnicos, varias secundarias y cuatro universidades, que agrupan alrededor de 9 000 médicos en formación, 4 909 pioneros, 5 419 miembro de la FEEM y 251 de la FEU.
Yoandy Rodríguez, secretario de un comité de base, comentó las preocupaciones del estudiantado con las evaluaciones y pruebas de ingreso, al referir que existe una deficiente preparación por la poca motivación de los estudiantes, que a su parecer tienen que poner mucho más de su parte.
Las transformaciones del sistema educacional han golpeado en el sistema evaluativo. Quizá ha faltado el espacio ideal para explicarles a los estudiantes, tantas veces como sea necesario, por qué la preparación de mejores obreros, técnicos y profesionales implica consolidar la Revolución.
No se aprovecha el espacio de las reuniones del comité de base ni del grupo de la FEEM, al existir en ocasiones paternalismo.
Hay que sacrificarse, estudiar, aprender; no todo lo merecemos. Hay que rescatar la combatividad de los militantes, que sean los mejores estudiantes, insistieron varios delegados.
De dónde y por qué surgen las transformaciones fue una pregunta clave en el encuentro. «Muchos dicen que salieron de “arriba”, sin deducir que surgieron a raíz de las dificultades con la calidad de la educación», manifestó Olga Lidia Tapia Iglesias, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, mientras hacía un llamado a estudiar más y aferrarse a la pedagogía del esfuerzo.
La familia cubana ya lo agradece, a veces como decimos en buen cubano «entre dientes», pero en resumen saben que del rigor con que se asuma la enseñanza dependerán los conocimientos que adquieran sus hijos y el futuro sostén de nuestra sociedad.
Los estudiantes tienen garantías de continuidad de estudios, pero la universidad será un premio a quien se sacrifique, manifestó Hilder Torres, miembro del Buró Nacional de la UJC. «Se acabaron los “chícharos” en los exámenes; las respuestas de las pruebas de ingreso están en los propios libros», añadió Hilder.
No se puede subestimar a los constructores, agrónomos, carpinteros, plomeros, albañiles; ninguno de esos oficios es una desvergüenza, dijeron los militantes, al tiempo que varias intervenciones resumieron que el comité de base puede contribuir a asimilar ese cambio en la sociedad.
El déficit de maestros y el ingreso a las carreras pedagógicas fue otro tema abordado con profundidad, que al final viene aparejado al hecho de la calidad de la docencia.
El profesor Alioski Pérez, de la secundaria básica Argelio Zamora, sostuvo que hay que tener sentido del momento histórico: «Es cierto que el hábito del estudio se perdió hace años, al punto que no se estudiaba y se acudía al facilismo de aprobar con poco o nada».
En su experiencia como estudiante y profesor, recuerda que antes por un trabajo de control todos corrían y ahora no es así. Antes las carreras de Veterinaria o Agronomía la pedían muy pocos; ahora aprecio que muchos dicen que estudiarán para ser técnicos medios u obreros calificados en esas carreras, explicó.
Rosmery Rodríguez Grillo, del preuniversitario Franklin Gómez, manifestó su inquietud por la cantidad de materias que imparten los profesores, que a su parecer puede un maestro ser bueno en Historia pero no en las demás asignaturas, y que eso puede afectar la calidad de las clases.
El delegado Dauris Martínez, del Instituto Politécnico Héroes de Playa Girón, enfatizó que la Revolución se defiende desde el aula y hasta en la discoteca: «En cada espacio somos responsables de defender la Revolución».
Yaima Diéguez, de la Granja 6 de la empresa citrícola Victoria de Girón, precisó que las transformaciones son en todos los sectores, hasta en el productivo, y consideró que la Revolución enseña a decir la verdad.
En la asamblea de balance fue ratificado como primer secretario del municipio Roberto Cárdenas Pomares, quien también resultó electo como delegado al IX Congreso junto a Leidanys Martínez Navarro y Dainerys Laferté Montes de Oca.