HOLGUÍN.— «Ustedes deben dar a conocer más las cosas que hacen», sugirió una trabajadora a los integrantes del comité de base de la Empresa Constructora de Obras del Poder Popular (ECOPP), durante la celebración de su asamblea abierta IX Congreso de la UJC.
Curiosamente, la propuesta no saltaba al ruedo por el letargo de una estructura de base de brazos cruzados, de esas que pareciera se balancean sobre la tela de una araña, sino cuando una militante enumeró algunas de las tareas acometidas en los meses anteriores.
Fue sobre todo la «noticia» de que, a la par de sus faenas dentro de las oficinas, ellos dedicaron tiempo y esfuerzos al apoyo de importantes tareas sociales, lo cual tomaba a algunos por sorpresa, junto a la buena nueva de que Yuricel y Demetrio acababan de ingresar a las filas del Partido.
Los jóvenes de la ECOPP revelaron que se movilizaron hacia la producción de alimentos en un campamento agrícola, que debutaron como constructores en la remodelación de un salón quirúrgico del hospital provincial Vladimir I. Lenin, en la terminación de la plaza Camilo Cienfuegos y que su gran sueño común es organizar una escalada al Pico Turquino.
Sin embargo, otro trabajador coincidió en que no todos los presentes lograban identificar a cada uno de los militantes del comité de base, y que los matutinos o los murales de la empresa y el resto de sus entidades podrían aprovecharse mejor para divulgar la vida de este.
El sincero diálogo ponía al descubierto una insatisfacción expuesta a menudo por los propios miembros de la Organización, y que tiene que ver con la necesidad de que sean precisamente los jóvenes los difusores de cuanto aman y construyen.
Claro, no se trata de la fanfarria o de la palabra hueca que resulta de aquellos «frutos» fatuos que, cuando se amplifican a los cuatro vientos, nos hacen pensar en el sabio proverbio de «mucho ruido, pocas nueces».
Pero, ¿acaso no sobran ejemplos de cuántas grandes y pequeñas proezas realizan a diario los jóvenes? ¿Se reconocen y estimulan en cada lugar esos méritos, hayan sido o no protagonizados por militantes de la UJC?, se cuestionaba un joven.
Cuántos espacios se desaprovechan todavía por algunos comités de base a la hora de divulgar sus tareas, revivir la historia local o patria, en la misión de combatir las dificultades e irradiar valores para atraer al resto de los jóvenes hacia la vanguardia.
Lo cierto es que, a pesar de estar recogido entre los roles a desempeñar por la Organización, es este un tema recurrente que suele seguir diluyéndose dentro del llevado y traído acápite del «protagonismo juvenil» y que, no por haber sido sugerido en la referida asamblea, es ajeno en otros escenarios donde conviven los jóvenes, exista o no un comité de base.
Con miras al Congreso de la UJC ha sido muy útil posar el dedo sobre la llaga acerca de cuáles son los resortes a desatar dentro de cada estructura o colectivo laboral para que todos ellos, con la UJC a la vanguardia, hagan su justo «ruido».
A kilómetros de distancia, en el Hospital Psiquiátrico Mercedes Sirvén, en Gibara, un dirigente juvenil rememoraba la ejemplar participación de los universitarios en la recuperación tras el paso del huracán Ike, pero se cuestionaba al mismo tiempo por qué, por algo tan sencillo como evitar que la hierba rebose un césped, había que aguardar por una iniciativa venida «desde arriba».
Ciertamente, es un encargo que no le atañe exclusivamente a la organización juvenil, sino en lo cual deberán estar acompañados por las administraciones, las secciones sindicales o los núcleos del Partido en cada lugar.