SANTA CLARA.— A los peores derrochadores de electricidad, esos que simplemente se la roban, les vienen cerrando el paso desde hace rato, aunque todavía pululan en muchísimos lugares del país. Aquí, en Villa Clara, por ejemplo, a más de 900 clientes del sector residencial se les descubrieron los metro contadores trampeados para registrar un consumo inferior al real.
Los «chivos», como se conoce en el argot popular esa maraña, fueron desactivados desde enero hasta lo que va de este mes en los 13 municipios del territorio, con mayor predominio en esta urbe, la más poblada de la provincia.
A los infractores, por utilizar una expresión benigna, les imponen una multa de 500 pesos y el reintegro de lo que dejaron de pagar que calcula la Empresa Eléctrica sobre la base de los equipos que poseen, reveló Mailyn Medel, funcionaria de la entidad mencionada.
Para ello, les notifican que deben acudir a la Oficina Comercial para llegar a un acuerdo de pago de la deuda, pero si no lo hacen en el plazo establecido, se ponen a disposición de la justicia.
El «chivo» lo colocan para consumir toda la electricidad que se les antoje, es decir despilfarrarla, porque piensan que su proceder no les va a costar ni un centavito.
Es obvio que hay gente por ahí dedicada al negocio de trampear los metro contadores, porque se necesita conocimientos para armar el truco que, a veces, tampoco resulta fácil de descubrir.
Aun así, la Empresa Eléctrica de la provincia demuestra que sabe cómo desarticular el desfalco de electricidad, mientras progresa el cambio de metro contadores analógicos por electrónicos más eficientes y seguros.