Señores periodistas: Nos hemos permitido invitarlo a este despacho después de haber tenido una larga conversación con el señor presidente de la República hermana de Cuba, doctor Dorticós.
La conversación que sostuvimos la puedo calificar de cariñosa, amistosa y también patriótica, y por qué no agregar a todos estos conceptos que hacen a la historia de ambas Repúblicas: Cuba y Argentina, la significación de este hecho.
Hemos querido hacerles llegar a ustedes el significado de esta invitación a mi despacho en la mañana de hoy, decidida por los Presidentes de Cuba y de la Argentina, para anunciarles que desde este momento están restablecidas las relaciones diplomáticas y amistosas que, desde mi punto de vista, para Argentina no han sido nunca de mala voluntad. Podría decirse que se inicia esta amistad que yo anunciara y enunciara en mis pautas programáticas antes de las elecciones del 11 de marzo y que el pueblo argentino las ratificara a través de su voto.
Esta decisión que, como jefe del Poder Ejecutivo, como presidente de la República Argentina, he tomado, de común acuerdo con el Presidente de la República hermana de Cuba, está consustanciada y apoyada por el pueblo argentino en su inmensa mayoría. Yo diría que esta decisión va a estar mucho más apoyada que lo que lo estuvo el 11 de marzo y el 15 de mayo. Va a estar apoyada por el reencuentro de los argentinos y por la unidad nacional.
Esto es lo que, en muy pocas palabras, quería anunciarles; es decir, este hecho histórico y patriótico, que es otro día feliz para el pueblo argentino y estoy seguro de que cuando se entere su pueblo, señor Presidente, también tendrá un día de júbilo, del júbilo que queremos hacer vivir a nuestros pueblos.
Reitero, con gran emoción, que se trata de un hecho de gran trascendencia histórica.
Fuente: Archivo de Juventud Rebelde