MANICARAGUA.— Para Felipe Gallardo López no hay torre del tendido eléctrico, doblada o derrumbada, que lo estremezca, esté sobre la loma o en una ladera, aunque reconoce que se requiere entrarle con mucho cuidado. «Un descuido puede ser fatal», y enfatiza la expresión abriendo los ojos.
Bien lo sabe él que lleva 24 años en esa faena. Cuando se le pregunta cuántos postes y cables han pasado por sus manos en su vida, exclama: «¡Oiga!, no sé la cifra exacta, pero mire que han pasado ciclones, sin contar la construcción de líneas o la reparación».
Esta tarde de viernes lo encontramos, casi en la cima de una loma, junto a un grupo de sus compañeros, en plena faena para restablecer el servicio de electricidad al municipio de Manicaragua.
La avería ocurrió cerca de Pueblo Viejo, en el Escambray, en un lugar de difícil acceso, a tal extremo que un buldózer tuvo que abrir un camino de casi dos kilómetros durante la madrugada.
Se partió la parte de arriba de un poste sin llegar a caer al suelo, lo cual hizo más riesgoso el arreglo. Esto ocasionó la paralización del suministro de energía desde la hidroeléctrica de la presa Hanabanilla al municipio de Manicaragua.
Llevaban más de diez horas trabajando y prácticamente al final de la tarde, o primeras horas de la noche, esperaban concluir el arreglo si no surgía un imprevisto.
Más del 80 por cientoDebido a las afectaciones del huracán Ike, unos 200 linieros y técnicos de la Empresa Eléctrica en Villa Clara trabajan prácticamente día y noche para restablecer el servicio.
En la provincia fueron derribados 150 postes, se partieron o cayeron una buena cantidad de cables y hubo daños en transformadores y crucetas, entre otros, subrayó Ovel Concepción, jefe de Desarrollo de la entidad.
A pesar de ello ya se restableció el servicio en el 80 por ciento del territorio, incluidas casi la totalidad de las cabeceras municipales, y las zonas que faltan deben quedar listas en los próximos días.
En la actualidad el territorio tiene garantizada la energía necesaria, pues están activos los enlaces eléctricos con las provincias de Cienfuegos, Matanzas, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus, además de siete emplazamientos de grupos electrógenos de diésel y dos fuel oil.
Linieros y técnicos ejecutan su labor con la mayor agilidad posible, conscientes de las molestias que ocasiona el apagón, aunque para ello tengan que descansar solo unas pocas horas.