Foto: Jorge Luis Guibert Santiago de Cuba.— En su viaje número 59 alrededor del mundo, construyendo una cultura de la solidaridad y el conocimiento mutuo, el Crucero por la Paz (Peace Boat) atracó al mediodía de este jueves en tierra cubana por el puerto de esta ciudad.
Promovido por la organización no gubernamental japonesa Peace Boat, entidad que trabaja por la defensa de la paz, los derechos humanos, el desarrollo justo y sustentable y el respeto al medio ambiente, el crucero partió de Japón el 23 de septiembre de este año y deberá regresar a la tierra del Sol naciente a principios de enero de 2008.
«Consideramos muy importante que la gente de todo el mundo visite a Cuba y conozca su gente y su realidad», declaró a la prensa Nao Inoue, director de la presente edición del crucero, en el que viajan unas mil personas, en su mayoría japonesas, interesadas en la defensa de la paz, la cooperación y el conocimiento entre los pueblos.
«Esta vez quisimos volver a Santiago de Cuba porque en esta región, de increíble naturaleza y gente amable nació la Revolución Cubana. Aquí están las raíces de la cultura de esta tierra...», precisó Inoue, quien se declaró seguidor de José Martí, Che Guevara y Fidel Castro.
A pesar de que su calado, de más de ocho metros, le mantuvo durante toda la mañana a la espera de la pleamar o subida de la marea para entrar a puerto, el Peace Boat atracó sin dificultad en la rada santiaguera y tras ser recibidos por integrantes del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, sus tripulantes iniciaron un recorrido por sitios de interés histórico, cultural y social, así como sostuvieron encuentros con pioneros, mujeres y campesinos, y con estudiantes extranjeros que se forman en centros santiagueros.
En la intensa agenda que hasta el mediodía de este jueves cubrirán aquí los pasajeros del Peace Board se destaca la visita al Mausoleo a los Mártires del Segundo Frente, el Museo de la Lucha Clandestina, el Mausoleo al Héroe Nacional José Martí y la Plaza de la Revolución Antonio Maceo.
También recorrerán entidades de salud y escuelas, y tendrán contacto con la música
y el baile, a través de un festival del son; sostendrán un encuentro con autoridades de la ciudad, centros agrícolas y tomarán parte en un juego de béisbol con estrellas santiagueras de ese deporte.
En su periplo el crucero visitará una veintena de puertos aprovechando al máximo el espacio a bordo como un escenario para el aprendizaje y el diálogo