Como inolvidable recuerdan los pioneros el día en que reciben su carné de la UJC. Foto: Roberto Morejón Inspirada en el ejemplo de Julio Antonio Mella y José Antonio Echeverría, la pionera Mavis de la Colina Acosta, con apenas 14 años, se convertirá dentro de muy poco en militante de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Esta adolescente, junto a otros nueve estudiantes de noveno grado de la escuela secundaria básica Camilo Cienfuegos, del municipio capitalino de Cerro, aspira a formar parte de las filas de la organización juvenil, gracias al crecimiento especial.
«Es muy importante para mí ingresar a la Juventud. En las clases de Historia de Cuba me he acercado a la vida de muchos luchadores, como Mella y José Antonio. Son hombres que comenzaron su trayectoria revolucionaria cuando eran muy jóvenes, y eso tiene un significado especial para mí. Quiero seguir su ejemplo, y la mejor manera que encuentro es formando parte de la avanzada, que es la UJC», confiesa a JR la también jefa del colectivo de pioneros, quien además tuvo el honor de ser delegada al IV Congreso de esa organización.
«Este proceso que estoy viendo desde que llegué a la secundaria —nos cuenta—, me hizo recapacitar y pensar que yo podía ser como ellos, y como otros muchachos de mi edad que ya están en la vanguardia».
Ser militante de la Unión de Jóvenes Comunistas puede ser la aspiración de cualquier adolescente cubano. Fue en 1998, cuando se experimentó el proceso. Desde entonces le llaman «crecimiento especial», y el nombre lo tiene bien puesto. No todos pueden llegar a esa meta; solo los mejores entre los mejores.
Desde el curso escolar 1999-2000 son ya 139 000 los pioneros de 14 años que han ingresado a la UJC.
El proceso empieza desde que llegan a la secundaria y, como no son pocos los estudiantes de ese nivel con méritos, la selección es rigurosa para que salgan, realmente, los excepcionales.
Keyla Estévez, vicepresidenta de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), aseguró que «el crecimiento especial resulta la tarea más importante que desarrolla la OPJM.
«Nos ayuda a concluir la evaluación final del estudiante, desde que le pones la pañoleta hasta que sale del noveno grado, y propicia un movimiento político sostenido en la escuela, durante los tres años.
«Desde que el niño entra en séptimo grado comienza a acercarse a la UJC, a su trabajo y a su historia; a la vida de sus héroes y mártires, y comienza a relacionarse con los maestros que son militantes de la organización juvenil.
«En el VII Congreso de la UJC, en 1998, se llevó la experiencia piloto como un proceso concluido. El Comandante en Jefe lo evaluó como algo muy bueno. Entonces comenzó su generalización».
UN PROCESO ESPECIALEl pasado 28 de febrero se inició en las 1 005 secundarias básicas del país el proceso de consulta con los colectivos. Los maestros y los comités de base evalúan durante todo el año a los pioneros.
«Ahora el proceso se realiza con mayor factibilidad, porque tenemos un comité de base por grado en todas las secundarias básicas», abundó la Vicepresidenta Nacional de la OPJM.
«Esto lo propició la entrada de los profesores generales integrales. Cuando comenzaron a realizarse estos crecimientos, en 1999, teníamos más de 200 escuelas que no tenían organización de base.
«La consulta se hace de manera pública. Los muchachos dan su criterio sobre aquellos que han expresado su deseo de ser militantes y reúnen condiciones para ello. En ese momento no se dan conclusiones, solo se escuchan las opiniones.
«Luego se conversa con los padres, pues el proceso no se inicia sin la aprobación de estos. Entonces, en un matutino, se anuncia a quiénes se les iniciará el crecimiento».
—¿Se hacen comprobaciones en este modelo de ingreso a la Juventud?
—Sí, aunque no son tan exhaustivas como las que lleva el proceso tradicional. Se hacen tres tipos de comprobación. Una en la escuela, que es la consulta con las masas; otra acerca de su participación en el Movimiento de Pioneros Exploradores, y la tercera en su comunidad.
—¿Cuándo concluye el crecimiento especial?
—Hemos escogido el 14 de junio, natalicio de Ernesto Che Guevara, para hacer los actos de entrega de los carnés, por todo lo que él representa para las nuevas generaciones. Estamos potenciando realizar actividades a nivel de escuela, para que estén presentes los padres, y sus compañeros de otros grados puedan participar y palpar el honor que significa recibir esa distinción.
BUENOS ENTRE LOS BUENOSMavis de la Colina Acosta. Foto: Franklin Reyes Al preguntarle a Mavis de la Colina Acosta qué requisitos debe tener un pionero para ganarse el mérito de iniciar con tan corta edad su vida de militante comunista, la respuesta no se hizo esperar: «Primero hay que ser buen estudiante y buen compañero; también, participar en las actividades culturales y deportivas del colectivo; ser muy activo en el Movimiento de Pioneros Exploradores, en los Círculos de Interés, y en todas las tareas de la OPJM.
«Hay que esforzarse bastante, proponerse metas superiores. No son pocos los que quieren ingresar en la UJC, pero hay que ser bueno todos los días».
—¿Qué dijeron tus padres cuando supieron que aspirabas a ser militante?
—Ellos están de acuerdo, y muy contentos.
—¿Qué puedes decirnos sobre tu responsabilidad como Jefa del Colectivo de Pioneros de tu escuela?
—Me llevo bien con todos mis compañeros. Participar en el Congreso Pioneril me marcó; me permitió conocer más cosas, más lugares y departir con muchachos de todo el país. Fue una experiencia tremenda.
«Cuando llegué de nuevo a mi escuela les conté los detalles a mis compañeros. Todo esto me sirve también para hacer mejor mi trabajo al frente del movimiento pioneril de la escuela».
UN ACTO HONORABLENaylén Tocabéns Matos. Foto: Franklin Reyes Naylén Tocabéns Matos es otra de las estudiantes de la Camilo Cienfuegos elegida para el crecimiento especial a la UJC. Según sus palabras, «es un acto honorable, un gran reto. Te lo tienes que proponer, tener voluntad y principios bien formados, y saber lo que quieres hacer. Ser revolucionario por encima de todo y cumplir con nuestro Comandante en Jefe.
«Los pioneros que se proponen ser militantes están cumpliendo con esa idea que tenemos todos de ser como el Che. Nosotros, aunque seamos muy jóvenes, debemos guiarnos por los principios éticos de la Revolución».
—¿Qué dijeron tus compañeros de aula cuando fuiste seleccionada?
—Estuvieron de acuerdo. Me apoyaron. Dijeron que debía dar el paso al frente. Ser mucho más responsable. Poner todo mi empeño y mi voluntad. Y que no los defraudara.
—¿Cuánto ha cambiado tu vida desde ese momento?
—Mucho. Tenía temor de no ser seleccionada. Ahora que estoy entre los diez pioneros de mi colectivo elegidos para el proceso de crecimiento especial, ya me siento militante. Estoy muy orgullosa. Espero con ansiedad que llegue el 14 de junio para recibir mi carné.