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Por sus relevantes aportes al Periodismo cubano, en el cual se inició profesionalmente hace siete décadas, y que ha ejercido en la prensa escrita, la radio y la televisión dentro y fuera de Cuba, el Premio Nacional de Periodismo José Martí fue otorgado a Carlos Lechuga Hevia.
Pedro Martínez Pires, presidente del jurado, reconoció la labor de Lechuga como uno de los puntales del Periodismo que se enfrentó a la dictadura batistiana, y un esclarecido cronista de la batalla diplomática, política y mediática de Cuba, en la que fue además protagonista.
Lechuga fue uno de los creadores, junto a Enrique de la Osa, de la sección En Cuba, de la revista Bohemia, en los años 40, y más tarde desarrolló el programa El mundo en televisión, donde el 1ro. de enero de 1959, a las siete de la mañana, dio a conocer la huida del tirano Batista.
Después del triunfo de la Revolución ejerció la carrera diplomática, y fruto de ella son sus libros En el ojo de la tormenta, donde relata sus vivencias como embajador ante la ONU en los momentos de la Crisis de Octubre, e Itinerario de una farsa, acerca de la expulsión de Cuba de la OEA.
El premio Juan Gualberto Gómez correspondiente al año 2006 en Prensa escrita recayó en José Alejandro Rodríguez, columnista de la sección Acuse de Recibo, del diario Juventud Rebelde.
En Televisión resultó ganadora Graciela Requejo, del Canal Habana; mientras que en Radio se le otorgó a Dalia Reyes, de la emisora CMHW, de Villa Clara.
En la categoría de Gráfica se premió a Ramón Pacheco, fotorreportero del periódico Girón, de Matanzas, por su aporte artístico a la fotografía de prensa que ha elevado la calidad del testimonio gráfico de esa publicación y de otras con las que colabora.
Fue igualmente distinguido Milton Díaz Cánter en la categoría de Video documental informativo por la serie La epopeya de Angola, que constituye uno de los documentos testimoniales más completos de la participación de Cuba en la lucha por la liberación de ese país.
José dos Santos, vicepresidente primero de la Unión de Periodistas de Cuba, reconoció el trabajo de las provincias, de las cuales Matanzas y Villa Clara resultaron premiadas.
