Cuando los lectores reciban el Palante correspondiente al mes de febrero encontrarán un su portada un llamado sensacional: «Extraordinario, fantástico...» Y seguidamente el anuncio del «primer acoplamiento espacial en la historia de la prensa humorística en Cuba».
Se trata de que por vez primera las páginas centrales de ese mensuario las ocupa el suplemento humorístico Dedeté, una iniciativa en homenaje a sus 38 años. Los promotores de la iniciativa le han denominado «Dedeté intrauterino».
La primicia del acontecimiento la tuvimos en la galería Francisco Vázquez de Juventud Rebelde, donde humoristas de ambos colectivos, junto a los trabajadores de nuestro diario, celebraron el cumpleaños.
El proyecto apunta a afirmar la unidad de propósitos que une a los profesionales del humor gráfico cubano, que incluso tendrán su espacio de competencia hacia el futuro en el festival Aquelarre, según anunció en la celebración Iván Camejo, director del Centro Promotor del Humor.
Kike Quiñones nos deleitó con su pieza Gente en black y negro. Foto: Calixto N. Llanes
Este artista vino acompañado de Kike Quiñones, y el histrionismo de ambos nos hizo meditar y reír en esta tarde de San Valentín.Junto a los integrantes del Dedeté estuvieron Lázaro Fernández, quien ilustrara las páginas del primer número y actual colaborador, Lumat y Wilfredo Torres, profesional que imprimió su sello en el diseño.
La ocasión fue propicia para inaugurar, en la Galería Francisco Vázquez, la exposición 38 años sí es algo, con portadas emblemáticas del humorístico de JR.
La muestra que se exhibe es un viaje retrospectivo hasta los días del nacimiento del Dedeté. Sus portadas dejan ver cuan experimental ha sido la labor de sus creadores. Sorprende la tinta plateada, magenta, los tonos rosados, azul, amarillo y el tratamiento de la imagen.
Una de las páginas exhibe la fotografía de Chaplín y el Chicuelo quienes miran asustados al ex-presidente norteamericano Ronald Reagan. Otra con grandes caracteres negros advierte: «Esta es una publicación de oposición... A la negligencia, al reunionismo, al desplifarro, al facilismo, a la burocracia...».
Iván Camejo reconoció la labor del Dedeté «que ha mantenido su esencia y tanto ha aportado al humor cubano».