Desde pequeña oyó hablar en su hogar de Cuba y de Fidel. Cuando Cunshi Hernández nació, en 1979, sus padres imaginaban una Venezuela libre, independiente... luchaban por ello, y tenían como ejemplo a la Isla caribeña, donde la Revolución había triunfado y se consolidaba como un faro en América.
Ahora, con 28 años, la joven participa activamente en el proceso revolucionario de su país. Confiesa que un día soñó que conversaba con Fidel, y de ahí le surgió la idea de escribir una entrevista imaginaria con el Comandante en Jefe.
«Yo tenía el sueño de hacerle una entrevista personal a Fidel. Preguntarle de sus vivencias, y hacer un recorrido por el proceso revolucionario cubano. Escuchar sus reflexiones, aprender de estas, y propiciar que otros también aprendan.
«Un día me dije: “Si no puede ser real, esperanza que no he perdido, la haré en mi mente. De ahí surgió este libro, que titulé Entrevista imaginaria al hombre de todos los siglos”».
En el texto, que se vale de diversos recursos literarios, entre estos la poesía, la jovencita llega acompañada de Fidel al Memorial José Martí, al Malecón habanero, a Birán, a Bayamo y al Museo de la Revolución. Entre sus reflexiones, intercala las preguntas y respuestas de la soñada entrevista.
—Conoces muchos detalles de la vida de Fidel, y de otros participantes en la gesta revolucionaria cubana. Tuviste que leer bastante para poder escribir este libro.
—Soy una gran admiradora del Che, de Celia y Haydée Santamaría, entre otros. Siempre me preocupé por leer textos sobre ellos, y de ellos. A la Revolución cubana yo la llevo bajo la piel. Claro que me preparé. Supongo que como lo haría un periodista para hacer una entrevista.
—¿Quisiste ser periodista?
—Sí, definitivamente esa es mi vocación. Pero cuando matriculé en la universidad, en Carabobo, no había esa especialidad, y me decidí por Español-Literatura.
«Ahora trabajo como profesora en la Universidad Bolivariana de Venezuela, y también hago trabajo comunitario en la municipalización de los estudios superiores. Siempre estoy muy ligada a los consejos comunales, y en el área cultural, donde hemos logrado publicar la revista Calibán del medio día de América».
Cunshi es sobre todo una incansable defensora de su Revolución bolivariana. Militante de la Juventud Comunista e integrante del Frente Francisco de Miranda, integró la segunda avanzada de trabajadores sociales de su país. Y precisamente, quedar entre los 50 mejores le permitió estar, por primera vez, cerca de Fidel.
«Ese día estará siempre entre los más importantes de mi vida. Nunca lo olvidaré. Él me dio el diploma, y yo no podía dejar de llorar. Le dije “Gracias Fidel, por todo lo hermoso que has hecho y haces por la humanidad”».
—Tienes ahora la posibilidad de vivir una Revolución naciente.
—Es cierto, aunque nuestro proceso es consecuencia de muchas luchas, ahora consolidamos una etapa, y caminamos hacia el socialismo.
«Lo importante para nosotros es sembrar semillas, mantener la libertad que hemos alcanzado, y luchar por la unidad.
«No podemos descansar. Todos los días hay que tratar de hacer algo por la Revolución. Esa es la deuda que tenemos con nuestro pueblo, que ha vivido muchos años de opresión y desigualdad social.
«A veces siento que el día no alcanza, pero no se puede descansar. Hay que aportar todo lo bueno de nosotros a la Revolución, en virtud de la transformación social que estamos realizando».