La fidelidad en torno al Partido, la Revolución y Fidel, y la unidad necesaria en estos momentos junto a la Patria, fueron los sentimientos que patentizaron miles de cubanos en diversos puntos de la toda la Isla desde las primeras horas de la mañana de este martes, expresando de esa manera el respaldo a la Proclama del Comandante en Jefe Fidel Castro y los votos por su pronta recuperación.
Desde la Ciénaga de Zapata, en Matanzas, llegó el aliento victorioso de sus pobladores en voz del actor Manuel Porto, director del conjunto artístico comunitario Korimakao, quien valoró la carga de valentía y desinterés tan extraordinaria que trasciende de la posición asumida por Fidel, lo cual demuestra el papel que este ha jugado en la Historia en los últimos tiempos por su entereza y fortaleza de carácter, y por probar al mundo que tras su actitud no hay otro interés que el bienestar de los seres humanos, pues él es capaz de desprenderse de cualquier cosa.
«Es una muestra de la valentía, de su humanismo, y de la seguridad que tiene en su pueblo, en su Partido, en sus compañeros, y en que la Revolución va a ser inexpugnable».
En el parque de la Libertad de la ciudad matancera se congregaron trabajadores de la salud pública, la Cultura y de la Organización Básica Eléctrica.
En declaraciones a la prensa, el Reverendo Pablo Odén Marichal sostuvo que la Proclama ha impactado a todo el mundo, aunque con sentimientos diferentes en amigos y enemigos. El vicerrector del Seminario Evangélico de Teología de esta ciudad y director del Centro de Estudios del Consejo de Iglesias de Cuba, expuso que el Comandante en Jefe siempre ha cumplido con su palabra, y lo que ahora hizo está dentro de la constitucionalidad del país y también de acuerdo con los estatutos del Partido.
Por su parte los jóvenes holguineros afirmaron, en voz de Osmani Viñals, segundo secretario de la UJC en esa oriental provincia, que «en momentos como este confiamos más en los principios y en los valores forjados por Fidel y la Revolución», convencidos de que la postura que corresponde asumir «es la de unirnos más, de trabajar mejor, de ser disciplinados, organizados y estar dispuestos a cumplir cualquier tarea que nos oriente la dirección del país.»
«Intuimos la seriedad del momento, y quizá habrá que citar aquellas palabras de Martí cuando dijo: ¡Los flojos respeten. Los grandes, adelante!, pero asimismo es esta una oportunidad para demostrar que los jóvenes estamos del lado de la Revolución y de Fidel», expresó Osmani.
Los jóvenes guantanameros se sacudieron del alma todo vestigio de tristeza, y más de un integrante de las BET dijo: «hoy saldremos a las comunidades miles de Comandante en Jefe», como prueba de respaldo incondicional a un líder «a quien sentimos más cerca en cada debate en los comité de base o en las tareas de los nuevos programas», como enfatizara a JR Ennedis Ramos Montoya, primera secretaria de la UJC en el Alto Oriente.
También los avileños, consternados por la noticia, pero seguros de que en la unión en torno a los ideales de la Revolución y el Socialismo se encuentra la seguridad de la Patria, levantaron nuevamente su voto por las ideas enarboladas desde 1868.
El Parque Máximo Gómez y la sede del Poder Popular en el municipio cabecera fueron los escenarios que acapararon la mayor concentración de estudiantes de la FEU y la FEEM, amas de casa y trabajadores de los distintos sectores.
Mientras tanto, los campesinos cienfuegueros añadían su voz a este bastión de unidad desde la Cooperativa Mártires de Barbados: «No menguará nuestra entereza ni la disposición de seguir trabajando para alimentar al pueblo», afirmó en el patriótico encuentro Yazmín Jiménez, miembro del Buró de la ANAP en esta provincia sureña.
«Fidel se pondrá bien. Ahora más que nunca responderemos», fue el sentir reiterado en tertulias improvisadas en vecindarios de los llanos y las montañas santiagueras, y en más de un centenar de mítines y actos de reafirmación que se sucedieron en parques, plazas y centros de trabajo.
En el parque Céspedes, frente al legendario balcón desde el que Fidel se dirigiera por primera vez a los cubanos tras el triunfo de enero de 1959, los hijos de la cabecera provincial patentizaron que defenderán la Revolución al precio que sea necesario.
Hombres humildes de toda la nación, convencidos de que elevar la producción y reforzar la vigilancia es la mejor medicina que requiere Fidel, dieron también su opinión a este diario: «Él es un hombre muy grande que ha triunfado en todas las batallas, y de esta saldrá también no solo vencedor, sino fortalecido», decía bien temprano ayer un trabajador de los Servicios Comunales que lustraba con su escobillón una calle tunera.