Tenemos otro modelo de escuela, gracias al calor con que los educadores acogen los nuevos Programas de la Revolución. Se multiplica el aprendizaje, y en ese logro es fundamental la labor de los maestros, dijo Luis Ignacio Gómez, ministro de Educación, en el acto de clausura del curso escolar 2005-2006 en la capital, el sexto de la Batalla de Ideas.
«Los educadores de la capital aceptaron cada uno de los retos, y por ello la Ciudad de La Habana se convirtió en un gran laboratorio, que provocó una tercera revolución educacional, que tiene como objetivo fundamental alcanzar una cultura general integral de toda la población, la cual solo será posible si logramos que todos los niños aprendan por igual».
El titular significó la importancia de mantener en sus puestos a los maestros, y también de captar a todos aquellos que son necesarios para continuar esa labor.
En el acto, un grupo de docentes y colectivos educacionales fueron agasajados por su meritorio trabajo en el curso escolar. Entre ellos la doctora Marta Martínez, del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, recibió la Orden Frank País de primer grado, que otorga el Consejo de Estado, así como siete profesores, la de segundo grado.
Otros nueve fueron merecedores de la Medalla José Tey; seis, de la Medalla Rafael María de Mendive; 58 de la Distinción por la Educación Cubana; y 47 del Premio Especial del Ministro de Educación.
Igualmente, la CTC asignó la condición de Vanguardia Nacional al Círculo Infantil Juan Oscar Alvarado, a la Escuela Primaria Nicolás Estévanes, al Instituto Politécnico Villena-Revolución y a la Facultad obrero-campesina Manuel Ascunce Domenech.
Se encontraban presentes en el acto Pedro Sáez, primer secretario del Partido en la capital; Juan Contino, presidente del Gobierno; Joel Queipo, primer secretario de la UJC, y Marta Hernández, directora provincial de Educación.