La tecla del duende
Hoy nuestra columna invita a un café para reflexionar.
Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se juntó para visitar a su antiguo profesor. Pronto la charla devino en quejas acerca del interminable estrés que les producía el trabajo y la vida en general. El profesor les ofreció café, fue a la cocina y pronto regresó con una cafetera más grande y una selección de tazas de lo más ecléctica: de porcelana, plástico, vidrio, cristal, unas sencillas y baratas, otras decoradas; unas caras, otras realmente exquisitas. Tranquilamente les dijo que escogieran una taza y se sirvieran un poco del café recién preparado.
Cuando lo hicieron, el viejo maestro se aclaró la garganta y con mucha calma se dirigió al grupo: Se habrán dado cuenta de que todas las tazas que lucían bonitas se terminaron primero y quedaron pocas, de las más sencillas y baratas. Es natural, cada quien prefiere lo mejor para sí.
Esa es realmente la causa de muchos de sus problemas relativos al estrés, continuó diciéndoles. Les aseguro que la taza no le añadió calidad al café. En verdad, la taza solamente disfraza o reviste lo que bebemos. Lo que ustedes querían era el café, no la taza, pero instintivamente buscaron las mejores. Después se pusieron a mirar las tazas de los demás. Ahora piensen en esto: la vida es el café. Los trabajos, el dinero, la posición social, etc, son meras tazas, que le dan forma y soporte a la vida. El tipo de taza no define ni cambia realmente nuestra calidad de vida.
A menudo, por concentrarnos solo en el envase, dejamos de disfrutar el contenido. ¡Disfruten su café! La gente más feliz no es la que tiene lo mejor de todo, sino la que hace lo mejor con lo que tiene. Y la persona más rica no es la que tiene más, sino la que necesita menos (enviado por Nancy Quintana; publicado el 29 de enero de 2015).
Santa Clara tuvo su Tertulia y Lillicsy nos cuenta los detalles: «Como cada primer sábado, regresamos al espacio habitual en la Galería Provincial de Arte con un tema sugerente, los sentimientos que nos propone el color naranja y su significado. Es el color de nuestra ciudad y junto al verde lo asociamos con Guaracabulla. Disfrutamos de una selección del libro Regalo de Jueves y nos deleitaron con sus interpretaciones Isbel Hernández, poeta y trovadora y Hansrruel Aldana, el poeta de junio».