La tecla del duende
De vez en cuando se agrupan los graffitis, esos mensajes sintéticos que nuestra sección publica con gusto. Anímese a participar, no deje de expresar brevemente aquello que una vez quiso decir, o lo que quiere decir ahora, o un mensaje hacia el futuro. Escríbanos con su graffiti; le esperamos.
Madalis: no te impacientes, nuestras buenas vibras te cuidan. Besos con hipoclorito y pólvora. Tecleros de Cuba.
Loli: Cada uno con sus «cadaunadas», pero yo me quedo con las ocurrencias compartidas. Manu.
Cielo: Creo en el amor porque sé que alguien me ama. Solo lamento no tener otra vida más para entregártela otra vez. Tu teacher.
Javier JG: No olvides que amo ser quien soy gracias a ti. Ely.
Carly: Ya volveremos a andar el Malecón y la Avenida del Puerto. Ahora camino contigo, virtualmente. Natasha.
Cuentero: Quedan muchas historias por narrar. Cuéntame. Tu cuentera.
Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida sería mejor después de casarnos, después de tener un hijo. Entonces nos sentimos frustrados de que no son lo suficientemente grandes y que seremos más felices cuando lo sean. Después son adolescentes, difíciles de tratar. Ciertamente seremos más felices cuando salgan de esa etapa. Nos decimos que nuestra vida estaría completa cuando tengamos mejor carro, mejor casa, cuando estemos retirados.
La verdad que no hay mejor momento para ser felices que ahora, ¿si no es ahora cuándo? Tu vida siempre estará lleno de retos. Es mejor admitirlo y ser felices de todas formas. Así que deja de esperar hasta que termines la escuela, hasta que aumente tu sueldo, hasta el viernes; hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el otoño, el invierno, para decidir que no hay mejor momento que este para ser feliz. La Felicidad es un trayecto, no un destino. Trabaja como si no te hiciera falta dinero, ama como si nunca te hubieran herido, baila como si nadie te viera (Enviado por Maire).
La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes. José Martí.