La tecla del duende
Las líneas de hoy van dedicadas a Gudelia (Chicha) y Migdalia, dos jóvenes bisabuelas que en este cierre de 2015 cumplen 70 años. Como ambas son amantes de la décima, y ayer se celebró el Día Iberoamericano de esa estrofa, en homenaje al Indio Naborí, aquí les va el poema con el que el holguinero Ronel González Sánchez obtuviera el Premio de Décima Humorística en la última Jornada Cucalambeana.
«E-se-lular que tienes cielito lindo junto a la boca, no se lo des a nadie, cielito lindo, que a mí me toca»… Canción de Cubacel
Mi vecina se compró/ un moderno celular/ y no para de llamar/ al novio que la dejó./ Habla tan alto que yo/ me atormento a cada rato/ porque emplea en su arrebato/ el vocablo más grosero,/ y, aunque es ridículo, quiero/ agarrarle el aparato.
Es que de lejos se nota/ que, como es cosa de estreno,/ el equipo está tan bueno/ que cualquiera se alborota./ Ella que es mujer grandota,/ de volumen extrahumano,/ cuando se exhibe, temprano,/ con su artefacto de lujo/ en mi mente lo dibujo/ y no me cabe en la mano.
Desde el balcón se lo he/ vacilado, al estar sola,/ y no veo si es Motorola,/ Samsung, Nokia o LG,/ mas no le preguntaré/ porque dudo que me escuche./ Prefiero tragarme el buche/ de mi ignorancia, creyendo/ que el que ella tiene es tremendo,/ por el grosor del estuche.
Aunque pienso que ella cuida/ bien su móvil regordete,/ si anda como un reguilete/ el celular se le olvida,/ y pone en riesgo la vida/ útil del cel, sin motivo./ Además, creo abusivo/ que a otro se lo haya dado/ o que con short apretado/ recubra el dispositivo.
Estoy tan obsesionado/ con el flamante instrumento,/ que cuando ella falta, siento/ mi cargador dislocado./ La tecnología me ha dado/ duro con el desarrollo./ Sin dinero soy un rollo/ y el presente me atropella,/ por eso sueño que ella/ me pueda brindar... su apoyo.
Se me ocurrió la otra tarde,/ al mirarla en el balcón,/ robarle el telefonón,/ pero ese fue un plan cobarde./ Aunque por dentro me arde/ la envidia, la envergadura/ de semejante locura/ me pudiera pervertir/ y yo no puedo vivir/ fuera de su cobertura.
Yo, que tengo uno chiquito,/ con pocas aplicaciones,/ voy a inventar mil razones/ para pedirle el bendito/ objeto. —¡Lo necesito!/ —gritaré, aunque se moleste,/ y por mucho que me cueste,/ le diré, sin titubear,/ que al menos para jugar/ una noche me lo preste.
«La vida es una manifestación de los sueños, y los sueños se escogen»; con esa convicción los tecleros de Las Tunas andan organizando su octavo cumpleaños. Será en el campismo Guayabal (municipio de Amancio), el 7, 8 y 9 de noviembre. Interesados, contactar con Nieves Molina, la coordinadora, a través del teléfono 031-340553.