La tecla del duende
Llegan teclazos de muchos lectores para compartir sus pasiones en torno a un texto literario propio o de manos amigas. Es tan intrincado el camino de la buena escritura, que suele irse la vida mientras uno intenta desandarlo. Algunos «monstruos» del pensamiento han condensado recetas. Las siguientes, que circulan con el nombre Diez mandamientos para escribir con estilo, se adjudican al filósofo Friedritch Nietzsche.
1. Lo que importa más es la vida: el estilo debe vivir.
2. El estilo debe ser apropiado a tu persona en función de una persona determinada a la que quieres comunicar tu pensamiento.
3. Antes de tomar la pluma, hay que saber exactamente cómo se expresaría de viva voz lo que se tiene que decir. Escribir debe ser solo una imitación.
4. El escritor está lejos de poseer todos los medios del orador. Debe, pues, inspirarse en una forma de discurso muy expresiva. Su reflejo escrito parecerá de todos modos mucho más apagado que su modelo.
5. La riqueza de la vida se traduce por la riqueza de los gestos. Hay que aprender a considerar todo como un gesto: la longitud y la cesura de las frases, la puntuación, las respiraciones; también la elección de las palabras, y la sucesión de los argumentos.
6. Cuidado con el período. Solo tienen derecho a él aquellos que tienen la respiración muy larga hablando. Para la mayor parte, el período es tan solo una afectación.
7. El estilo debe mostrar que uno cree en sus pensamientos, no solo que los piensa, sino que los siente.
8. Cuanto más abstracta es la verdad que se quiere enseñar, más importante es hacer converger hacia ella todos los sentidos del lector.
9. El tacto del buen prosista en la elección de sus medios consiste en aproximarse a la poesía hasta rozarla, pero sin franquear jamás el límite que las separa.
10. No es sensato ni hábil privar al lector de sus refutaciones más fáciles; es muy sensato y muy hábil, por el contrario, dejarle el cuidado de formular él mismo la última palabra de nuestra sabiduría.
M.A.: Ámame como soy y transfórmame a tu manera. Paloma
Elizabel: Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes. Yo te querré desde que empiecen las lloviznas. Yosdel David
Yonay: Si por quererte tanto estoy loca, bienvenidas las camisas de fuerza. Tu Laury
Wilmer: Sea cual sea tu decisión, te apoyaré. Solo con verte feliz, lo seré yo. Piensa con el corazón. Yudaisy
Roxi: Mi vida es imposible, sin verte cada día./ Mi vida es toda triste, sin ti, no hay alegría. ICC
Algunos libros son probados, otros devorados; pero poquísimos, masticados y digeridos. Goethe