La tecla del duende
Solo faltan horas. Y el tiempo, o mejor dicho, las medidas que le hemos puesto como estaciones en la vida, alumbrarán otro giro de fin y comienzo. Entonces son buenas estas líneas que envía la ocurrente Annay Almeida para seguir creciendo.
Imposible atravesar la vida sin que un trabajo salga mal hecho, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que nadie de la familia fallezca, sin equivocarse en un negocio...
Pero lo importante no es lo que suceda, sino cómo se reacciona. Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro incapaz de volver a volar.
Uno crece cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad. Cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla. Cuando encara su destino, pero trabaja para cambiarlo.
Uno crece asimilando lo que deja por detrás; construyendo lo que tiene enfrente y proyectando lo que puede ser el porvenir. Crece cuando se supera, se valora, y sabe dar frutos. Uno crece cuando abre senderos, asimila experiencias... ¡Y siembra raíces!
Uno crece cuando se traza metas sin importarle prejuicios; cuando da ejemplos sin importarle burlas; cuando cumple con su labor...
Uno crece cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas; recoge flores, aunque tengan espinas y marca el camino, aunque se levante el polvo...
Uno crece ayudando a sus semejantes; conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe. Uno crece cuando se planta para no retroceder... Cuando se defiende como águila para no dejar de volar... Cuando se sostiene como ancla e ilumina como estrella. Entonces, solo entonces, crece.
Se multiplica nuestra familia teclera. Así pasó en el último encuentro floridano, donde el pie forzado nos lo dio Buena Fe con la letra de su canción: «Año nuevo que llega, año viejo se va»… La pequeña sala de video que nos acogió, con Luis y sus ocurrencias, se llenó de buenos presagios para el tiempo que vendrá. (Reporte de Lianet)
Krlos T1T: No quisiste cruzar a mi orilla, y yo me cansé de nadar contracorriente. Siempre tu LLIC
Giselle: Eres mi Sheherezade, te esperaré más de mil noches. Adrián
* Al espirituano Leinier (lenier.gonzalez@reduc.edu.cu) le interesan las personas sin máscaras.
La vida consiste no en tener buenas cartas, sino en jugar bien las que uno tiene. Josh Billings