La tecla del duende
La palabra enamorada siempre halla oído dispuesto. Ya llegan a nuestros buzones mensajes para la Noche de Amor Ocurrente. Los tecleros de la UCI, según nos cuenta Carmen Leisa, estuvieron «tertuliando» con Benedetti, Arjona, Sabina... Y se preparan para esperar el 14 con gigabytes de ocurrencias.
Desde la Sección de Base 118 de la UNAICC nos invitan a «querer sin límites, sin que nos quede nada adentro», sabiendo que quien nos pronuncia en los momentos perdurables, no nos dejará morir del desamor.
Y un incógnito «Enamorado Rop», de un despacho de producción de CUPET, afirma que aunque recordaremos nuestras ilusiones perdidas, el día 13 volveremos a sentir «el erizamiento en el cuerpo al besar a quien nos acompañe».
Las puertas del alma siguen abiertas en JR. ¿Cómo esperarán a San Valentín en los disímiles rincones de esta ardiente Isla? Somos todo oídos (y corazón).
No es torrente, es arroyoSe va por la tierra andando como extraño y como loco, buscando seno donde reclinar la cabeza, labios donde poner los labios, hogar en que dar calor al corazón. Y se halla, y todo es bello de repente: abandónase el espíritu a los placeres de la confianza; germen reanima al perezoso jugo de las venas.
No es amor la solicitud de los presuntuosos, ni las vanidades de la mujer, ni los apetitos de la voluntad. Amor es que dos espíritus se acaricien, se entrelacen, se ayuden a levantarse de la tierra en un solo y único ser: nace en dos con el regocijo de mirarse; alienta con la necesidad de verse, crece con la imposibilidad de desunirse; no es torrente, es arroyo; no es hoguera es llama; no es ímpetu, es ternura, beso y paz. (De José Martí, enviado por la villaclareña Dayani)
GrafittiNana: «Dirás que soy un soñador, pero no soy el único»; perdóname. Leandro
Niño: Sin tus «te quiero» no puedo dormir. Yoce
ELI: El tiempo pasa, los buenos amigos se quedan siempre. Yunei
Mimi: Mi corazón, donde esté, latirá siempre con tu nombre.
Mi Cazador: Hay un universo de pequeñas cosas que solo despiertan, cuando tú las nombras. Tu ranita
SemillaEl poeta es un fingidor/ finge tan completamente/ que hasta finge que es dolor/ el dolor que en verdad siente. Fernando Pessoa