Las tres del domingo
NUEVA Zelanda se toma muy en serio sus concursos de popularidad, por lo que cuando en la competición por hallar el ave del año recibieron de una misma cuenta más de 300 votos a favor del pato, la organización que dirige el evento no dudó en denunciarlo vía internet. Y no se trata de que duden de las posibilidades de ganar del ánade en cuestión, sino que no toleran que algún australiano (de donde provenían los puntos fraudulentos) bromee sin consecuencia alguna con respecto a un concurso de buen corazón.
El paquistaní Mohammad Rashid Naseem se sintió por un minuto protagonista del famoso ballet Cascanueces, pues ese fue el tiempo que le tomó romper con su frente 243 de estos frutos secos e inscribirse en el libro de los Récords Guinness. El hombre estaba feliz, su oponente contrariado, seguramente su cabeza debió terminar adolorida… y luego —me pregunto— ¿se habrán comido las nueces?
Xiaojing, de nueve años de edad, considera su responsabilidad darle paseítos a su amiga felina. La niña es hija de un cuidador del zoológico Donghu Park, en China, y se ha encariñado de manera especial con una pequeña tigresa siberiana que nació allí en el verano pasado. Claro que muchos ven con malos ojos que la cachorra ande por los parques con una correa y al cuidado de Xiaojing, pero quién le dice a ese par que no pueden pasear juntos.
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