Las tres del domingo
A la bonita de la familia siempre se le permite todo, incluso parar un auto para verse en el espejo. Así ocurrió con una manada de hienas, residentes del Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica, quienes ni cortas ni perezosas esperaron en medio de la carretera hasta que un carro de turistas se detuvo y «después de mirarnos por un momento, la hiena adulta se movió hasta uno de los espejos», contó el dueño. Luego de admirarse, volvió con su grupo y abrieron el paso. En fin, una verdadera emboscada para la vanidosa de la familia.