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EL domingo, en rueda de prensa, el presidente venezolano Hugo Chávez Frías sacó un librito de la manga —lo de «librito», es puro cariño porque apenas tiene 114 páginas; y lo de la manga, es un decir; se lo había regalado la presidenta Cristina Fernández—, y quizá no pocos deben haberse preguntado ¿qué se trae? Pues se trajo un retruécano bien interesante. El Manual de Zonceras argentinas, del sagaz escritor Arturo Jauretche, lo explica todo en la introducción:
«Un amigo que hace muchos años percibió la contradicción entre nuestra tan mentada “viveza” y las zonceras, la explicaba así: “El argentino es vivo de ojo y zonzo de temperamento”, con lo que quería significar que paralelamente somos inteligentes para las cosas de corto alcance, pequeñas, individuales, y no cuando se trata de las cosas de todos, las comunes, las que hacen a la colectividad y de las cuales en definitiva resulta que sea útil o no aquella “viveza de ojo (...)”. Tal es la situación, no somos zonzos; nos hacen zonzos.
«El humorismo popular ha acuñado aquello de “¡Mama, haceme grande que zonzo me vengo solo!”. Pero esta es otra zoncera, porque ocurre a la inversa: nos hacen zonzos para que no nos vengamos grandes...».
Entonces, Chávez quería hacer notar cómo a la América Latina la quieren hacer zonza con el cuentecito de que la presencia estadounidense en siete bases militares de Colombia es pura lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en ese país, y que no apuntan contra el resto del continente, en especial hacia aquellos que van cerrando puertas al saqueo de las riquezas y a las violaciones de soberanía e independencia. Una sola pista para descubrir el engaño: interés especial en la base de Palanquero.
Otro texto, pero no de sagacidades —el Libro Blanco del Comando de Movilidad Aérea (AMC). Estrategia Global de Bases de Apoyo—, expone en su acápite 12, titulado La estrategia sudamericana, las reales pretensiones del comando, cuyo jefe es el general Arthur J. Lichte:
«La inclusión de Sudamérica en la estrategia de tránsito global permite lograr dos resultados: ejecutar la estrategia de compromiso regional y ayudar con las rutas de movilidad hacia África. (...) Hasta hace poco, las preocupaciones de seguridad en Sudamérica se habían centrado en la misión antidrogas, cuya ejecución no ha requerido el uso de sistemas aéreos estratégicos».
Sigue diciendo que recientemente el Comando Sur tomó interés en establecer una localidad «tanto para las operaciones antidroga como para operaciones de movilidad», así que con ayuda del AMC identificó Palanquero, en Colombia (base aérea Germán Olano) «como una localidad de seguridad de cooperación (CSL)».
Esperen los «zonzos-que-no-somos», que ahora viene lo mejor: «A partir de esta localidad, cerca de la mitad del continente puede cubrirse con un C-17 sin reabastecimiento». Un mapa que acompaña el texto marca desde Cuba hasta bien cerca del Cabo de Hornos.
EE.UU. menciona «áreas de su interés» y «operaciones de movilidad», y las define el Libro Blanco: «zonas de hostilidad o inestabilidad continua, o áreas propensas a desastres naturales y con una gran necesidad de apoyo aéreo».
El círculo ha sido cerrado, no importa que Washington prohibiera dar ayuda, de 2003 a 2007, a la base de Palanquero, por su papel en el ataque al caserío de Tame, donde bombas de racimo made in USA mataron en 1998 a 17 civiles, incluidos seis niños, el Presupuesto del Departamento de Defensa para el año fiscal 2010, que entró en vigor este 1ro. de septiembre, ha destinado 46 millones de dólares para el desarrollo de la base en Palanquero. Una vez más se pasan de «vivos» estos «zonzos»...