Frente al espejo
«Hace mucho no sentía que alguien se ocupara de hablar del héroe anónimo, ese que no persigue nada y que hace de la consagración una realidad, las más de las veces sin un ápice de reconocimiento (Apología del hombre (y la mujer) común, Herminio Camacho Eiranova, 8 de diciembre). Ese solo considera que actuar de ese modo es su don. En nuestro país hay mucha gente así (…) que ha hecho de héroe sin pensarlo o imaginarlo y ni siquiera sentir que desempeña ese rol. Mucho se podría decir al respecto, pero no es ninguna falsedad que muchos de esos héroes, cuando el tiempo pasa, se van olvidando. Recuerdo que, unos años atrás, todo lo que se hacía formaba parte de la cotidianidad, y nada se hacía por merecer nada. Lo más importante era sentir que se cumplía con lo que se consideraba el sagrado deber de ser así y estar allí donde era importante». (Fernando López)
«Desgraciadamente, amiga Ana María, hay muchos Carlitos en el mundo como el que usted menciona en su humana alerta (¿Qué pasó con Carlitos?, Ana María Domínguez Cruz, 8 de diciembre). Unos por el abandono de sus padres, otros por el de sus respectivos Gobiernos y los más porque nunca han dejado de recibir su cuota de pobreza, que es lo único que se reparte equitativamente para que los ricos lo puedan seguir siendo». (Modesto Reyes Canto)
«Otra maravillosa crónica de domingo (La pistola-lapicero del espía, Ciro Bianchi Ross, Lectura, 8 de diciembre). Usted es una verdadera enciclopedia, y al mismo tiempo tiene la sencillez suficiente para enriquecer sus escritos con los aportes de los lectores, con lo cual hace su columna muy participativa. Gracias». (Caro)