Frente al espejo
«Gracias por este artículo tan hermoso. Realmente yo no conocía muchos de los detalles sobre la vida de Perucho Figueredo, un hombre heroico como muchos de la época y el lugar que le tocó vivir (Perucho Figueredo, el redentor, Osviel Castro Medel, 18 de agosto). Cuando se entonan las notas de nuestro Himno Nacional siempre pienso en él, pues es realmente lindo y no puedo evitar emocionarme pues el mismo transmite fervor patriótico. Pienso que en las escuelas se puede enriquecer la asignatura de Historia de Cuba con pasajes como este...». (D. Aguilera)
«El sábado 18 de agosto publicaron el comentario Por favor, gracias. Quiero felicitar a su autor, el periodista Yoelvis Lázaro Moreno Fernández, por ese excelente trabajo. Realmente la acción de ayudar al prójimo es y será por siempre un gesto maravilloso, pero el momento de agradecer en ocasiones ha estado en peligro de extinción. Es por eso que comparto la opinión de no dejar perder esas frases tan bellas como “por favor”, “gracias” y muchas más que son tan necesarias en estos tiempos. Como diría el cantautor Carlos Varela, son pequeñas cosas que nos ayudan a vivir». (George Molina)
«Soy un gran lector de nuestra prensa escrita y en especial de sus trabajos. Sus comentarios siempre se han identificado con mi manera de pensar. En el publicado el domingo 15 de agosto (Recóndita, tenaz noción del bien, Alina Perera Robbio), refleja aspectos esenciales de la sociedad en que vivimos y los valores humanos. Hoy todo cambia y se transforma, pero la matriz del pensamiento debe ser la educación del hombre nuevo, formado bajo los principios de esta sociedad socialista.
«Si me lo permite, le recomiendo que escriba más. Sus argumentos son muy satisfactorios para los jóvenes y los que lo son menos. A mis 42 años de vida he leído a grandes escritores, periodistas y otras muchas personalidades de la vida política, social, cultural, etc., cuyas ideas han enriquecido mis conocimientos. Entre ellos se destaca usted por su estilo juvenil y profundo. Gracias por obsequiarnos toda su inteligencia puesta en función de la pluma». (Luis E. González Cendán)