Frente al espejo
«No he tenido la oportunidad de ver los libros troquelados, pero supe de ellos en una conversación con mi nieto de cinco años que vive en la ciudad de Matanzas, y me llamó para informarme de los libros que le habían comprado en la Feria, porque por costumbre nosotros por acá siempre le tenemos alguno para cuando viene a visitarnos. Me contó que ya tenía La Edad de Oro en un solo libro y uno de dinosaurios con postalitas, pero también me dijo que le gustaba mucho uno que eran caballos a la mitad que se paraban (Troquel de fantasías, Jaisy Izquierdo, 10 de marzo). Como no entendía a qué se refería le pregunté a mi hija, y cuál no sería mi sorpresa cuando ella me explicó con alegría: “¡mami, es igual a los libritos que tú me comprabas cuando yo era chiquitica y tanto me gustaban!”. Me siento muy feliz porque nuevamente los niños puedan disfrutar de ellos, gracias al esfuerzo de esta muchacha que seguramente también los disfrutó cuando niña». (Norma Suárez Rodríguez)
«Hermosas palabras las suyas, mi estimado paisano (Al hombre común, Jesús Arencibia Lorenzo, 10 de marzo). Realmente disfruté mucho leer lo que escribió. Sus palabras están cargadas de amor a los suyos y a la patria, sentimientos que comparto con usted, con toda la fuerza de mi alma eternamente cubana. Lo felicito por tan hermoso y noble escrito de reconocimiento y agradecimiento… Realmente me encantó la manera en la que usted se expresó del mayor tesoro de un cubano, que es el gran e infinito amor a nuestra Isla querida, a nuestra maravillosa gente, y a nuestra querida patria». (Graciela Pena)