Acuse de recibo
Desde el mes de enero del pasado año le retiraron el servicio del gas licuado a Caridad Iris Cuní Sánchez, vecina de la calle 44, No. 5000 A, entre 19 y 52, en Madruga, provincia de Mayabeque.
Ella asegura que tiene contrato y expediente del servicio desde hace ocho años. Pero ahora denuncia que se encuentra en medio de un litigio con la hermana de su difunto esposo, quien quiere obtener ese servicio.
En su misiva refiere que la mujer en cuestión no está inscrita en la libreta de abastecimiento de su casa, por lo que Caridad asume que no le corresponde ni asiste ese derecho.
Sin embargo, dice que, al estar presente esta situación, en el punto de venta del gas licuado de su zona le comunicaron que no podían venderle la balita, y mandaron sus papeles para la capital provincial de Mayabeque, San José de las Lajas.
Allí le informaron que debía esperar dos meses para volver a recibir el servicio. Y precisa en su queja «que aún no ha podido obtener la balita».
Hasta el momento Caridad no se explica cómo es posible que esté transitando por esa situación y tomen tal conducta, si su esposo le había cedido el contrato del servicio para la compra del gas licuado a ella.
El propio contrato, según comenta, fue enviado y analizado por la jurídica, quien dictaminó a su favor y revisó el nuevo expediente para aplicar lo que está establecido.
En su queja comenta que ella es una persona humilde. «No poseo equipos eléctricos de cocción, porque mi situación económica tampoco me permite comprarlos», dice. En medio del litigio y sin todavía poder comprar su balita de gas, explica que pasa mucho trabajo para cocinar, pues debe elaborar los alimentos con carbón.
Frente a la compleja situación, por una parte, debido al litigio con la hermana de su esposo fallecido y, por la otra, ante las carencias reales para cocinar, Caridad solo pide que se atienda su caso con coherencia y le brinden una respuesta al problema.