Acuse de recibo
Mayda Inés Reyes Sánchez, residente en calle 10, entre 3ra. y 5ta., Vista Hermosa, en la ciudad de Camagüey, cuenta que esa zona del reparto ha presentado dificultades con el abastecimiento de agua por las redes desde su construcción a finales de los años 40 y principios de los 50 del pasado siglo. Y hace unos diez años se sustituyó la conductora vieja por una nueva de PVC de mayor diámetro, con acometidas nuevas para todas las casas, no solo en esa cuadra, sino a lo largo de toda calle 10 hasta entroncarla con la Avenida de la Libertad.
«Entonces, recuerda, los inversionistas a pie de obra nos dijeron que nos íbamos a bañar con agua directa a la ducha, en alusión a la presión que iba a tener. Realmente nunca ocurrió. No obstante, el agua entraba a las cisternas con cierta regularidad».
Señala que en los últimos dos años el suministro de agua es eventual. Y pueden transcurrir períodos de dos meses o algo más sin que caiga agua en la cisterna. Pero si usted llama al puesto de mando, la mayor parte de las veces le dicen que no hay problemas en el sistema.
Mayda se ha comunicado con diferentes instancias a varios niveles: Acueducto municipal y provincial, Gobierno a nivel municipal y provincial, Delegación Provincial del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y la Fiscalía Provincial.
Ante tal insistencia, han recibido visitas de Acueducto a nivel municipal y provincial. Y esos representantes han podido comprobar, por el nivel de las cisternas, lo expresado en las quejas. Les dicen que se está trabajando…
«Pero el cuartico está igualito, enfatiza Mayda. Lo interesante es que, mientras tanto, nadie se pregunta cómo resuelven esta situación los afectados. Es inconcebible que a una parte del reparto casi nunca se le va el agua, mientras que a nosotros nos informan que el ciclo es de cuatro días. Sin comentarios».
Refiere Mayda que alrededor de tal situación se crean comentarios, que van desde aspectos técnicos, como una mala manipulación de válvulas, hasta aquellos que implican a inspecciones para detectar ladrones de agua, instalación de acometidas de mayor diámetro y ¡hasta piscinas!
«Recientemente se informó por el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular el inicio del proceso de alta fiscalización al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, afirma Mayda. Es cierto que el cumplimiento de la misión de dicha institución lleva implícita la disponibilidad de recursos materiales y financieros, difíciles de obtener por la situación económica de nuestro país como resultado del recrudecimiento del bloqueo y la inclusión en la lista de países que supuestamente apoyan el terrorismo, y no se puede estar ajeno a eso.
«Sin embargo, los aspectos subjetivos como la falta de control por las autoridades del trabajo que se realiza, sobre todo aquellas como el suministro de agua a la población, dan al traste con los esfuerzos realizados», concluye.
La doctora Hilev Larrondo Muguercia, especialista en Cuidados Intensivos y residente en Calzada, No. 603, apartamento C, entre B y C, Vedado, Plaza de la Revolución, La Habana, lanza un S.O.S. por el tiempo que lleva con problemas de suministro de agua ese populoso barrio de la capital.
Precisa que ante tal situación en el concluido mes de agosto los directivos de Aguas de La Habana se reunieron con el presidente del consejo popular La Rampa, Pedro Lizardo, y le plantearon que entre el 1ro. y el 11 de septiembre mejoraría el abastecimiento del vital líquido.
«Resulta que estamos peor, afirma, pues el agua dura menos tiempo y tiene menos fuerza. Desde finales de junio Aguas de La Habana alude a que hay cuatro motobombas rotas. ¿Cuántos meses o años hay que esperar para que termine ese arreglo? Recientemente informaron que había una motobomba recuperada, y los vecinos se entusiasmaron. Fue por gusto».
Señala que la delegada de la circunscripción solicita servicio de pipas y la empresa no le responde. Ella en particular le escribe al WhatsApp de la territorial de Aguas en Plaza casi todos los días pidiendo ayuda, porque el agua no tiene fuerza y es muy poco tiempo. Todo por gusto.
«¿Hasta cuándo tendremos que esperar por el preciado líquido?», termina Hilev.