Acuse de recibo
El 7 de agosto de 2021, desde Santa Cruz del Sur, Camagüey, Belsi Abreu Lugones contó que es madre de una joven con parálisis cerebral, retraso mental severo, epilepsia y debilidad visual. A los cinco años fue que aprendió a caminar, y ya la madre tenía dos vértebras de la cervical comprimidas, de tanta fuerza para cargarla, además de artrosis cervical. Ya no podía ni levantar los brazos. Y para colmo, han vivido solas madre e hija. La primera se ha consagrado a la segunda, con ayuda de Asistencia Social.
En julio de 2020, decía, rogó en Atención a la Población del Gobierno municipal, que tramitaran su necesidad de una lavadora; pues su hija es como un bebé: se orina y defeca en la ropa, que tiene que lavar con bastante jabón, pasarla por agua con cloro y por último agua y jabón otra vez. Le pidieron su número de teléfono, y nunca hubo respuesta.
En 2021 Belsi volvió a pedir ayuda para que valoraran lo de la lavadora, pues sus únicos ingresos provienen de una chequera de Asistencia Social, sin resultados. Y el 5 de septiembre de ese año, agradeció aquí la publicación del caso, pues a raíz de ello la visitaron el Intendente, la Directora de Asistencia Social y la funcionaria de Atención a la Población del Gobierno municipal. El 12 de enero de 2023 volvía aquí Belsi, para informar que tras la visita del Gobierno y Asistencia Social no hubo solución, y la Directora de Asistencia Social municipal le dijo que entregó todo en la provincia, con número de acuerdo, y le correspondía al CAM hacer los trámites.
El 24 de enero de 2023 respondían aquí Yurisleidis Sánchez Cajigal, directora municipal de Trabajo y Seguridad Social, y Juana Martínez Martínez, por Atención a la Población del Consejo de la Administración, que el reclamo se analizó por la dirección del Gobierno municipal y los organismos implicados.
Se confirmó, decían, que es beneficiaria de Asistencia Social, con prestación de 2 626 pesos. Y fue beneficiada con módulo de cocina de inducción, colchón camero, sábanas y toallas, módulos de alimentos y aseo reiteradamente. Y se les construyó una casa por un subsidio aprobado por el CAM.
«Es cierto, decían, que solicitó una lavadora en 2021 a Trabajo y Seguridad Social, se hicieron los trámites correspondientes; y la asignación de ese recurso fue aprobada de manera excepcional. La solicitud fue llevada y aprobada en el CAM con número de acuerdo 386/2021».
Añadían que la Directora municipal de Trabajo hizo la solicitud a Comercio Provincial, y le indicaron que ese recurso ya no se vendía en moneda nacional; y en caso de que hubiera un decomiso de lavadora se le podría asignar, lo cual no había sucedido hasta entonces.
«Actualmente, decían, se debe proceder a iniciar nuevamente los trámites que corresponden, tanto la actualización por la ciudadana de los documentos, como por la Dirección de Trabajo y Seguridad Social en el municipio, que debe presentar al CAM una nueva solicitud para que sea evaluada y buscar una solución. No obstante, dicen, se ha dado tratamiento a la situación de la compañera a través de las visitas a su hogar. Además, su queja está recepcionada en la oficina de Atención a la Población del Gobierno Municipal y en la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social.
«Si en algún momento se aprobara vender equipos electrodomésticos como se ha informado, y entraran lavadoras por esa vía de crédito en moneda nacional, el caso de Belsi Abreu Lugones sería prioridad. Fue visitada, y Belsi planteó no estar conforme con la respuesta dada, pues lo que ella necesita es una lavadora. La queja clasifica con razón y pendiente de solución», concluían.
Y este redactor respondía: «Agradezco la respuesta, así como toda la ayuda anterior que se le ha brindado a esa familia muy vulnerable. Pero la lavadora no es un lujo para esa madre desgastada. Mientras vivamos en medio de condiciones tan difíciles, la salida no puede ser seguir esperando por una posibilidad que no llega. ¿No puede haber un tratamiento diferenciado o una alternativa para casos tan excepcionales como los brazos exhaustos de Belsi?»
El último capítulo de la triste historia de Belsi es su carta recién llegada, en la cual dice que todo sigue igual. Ojalá se busque una solución para esos brazos exhaustos.