Acuse de recibo
El 14 de junio del actual año, y desde Bayamo, el productor porcino Alejandro Sosa Rodríguez denunció aquí a la Empresa Provincial Porcina de Granma, a la que le vendió carne, amparado en la firma de un contrato del 2 de febrero de 2023, una parte de ella en MLC. Y no había recibido el pago ni había claridad de cuándo se saldaría la deuda con él y muchos otros productores porcinos. Y el pasado 4 de octubre, Alejandro reveló aquí que aún seguía esperando por el pago concertado en MLC.
Y ahora escribe el campesino Ezequiel Ramos Tamayo, desde La Fama, en Dos Caminos, municipio santiaguero de San Luis, para revelar que como socio de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Mario Iglesias, y como productor de maíz, en la campaña de primavera 2021 la Empresa de Granos se comprometió a pagarle un porciento del maíz entregado por él en MLC. Y aún no ha cumplido al respecto.
Manifiesta el productor que en más de una ocasión se ha dirigido con su queja a la Dirección de la CCS, y la respuesta recibida es que Granos no le ha pagado a la cooperativa la parte conveniada en MLC.
«Considero que tanta demora en el pago a los productores es una falta de respeto, pues en septiembre hizo dos años que se entregó el maíz y hay otros productores y estructuras que sí recibieron la divisa», concluye Ezequiel.
Cuando el país ha priorizado en medio de tantas carencias y problemas de liquidez el estratégico sector agrícola, e incluso aprobó el pago de una parte de esas producciones en MLC como incentivo, urge una explicación fundamentada de por qué las empresas adscritas al Ministerio de la Agricultura no están cumpliendo con los productores.
En nombre de todos los residentes en el edificio multifamiliar sito en Reyes 315, entre C y Altarriba, en Lawton, municipio habanero de Diez de Octubre, Enrique Bárbaro Luis Pérez cuenta que en la parte posterior del inmueble desembocan las tuberías que evacúan las aguas negras de los edificios que están a mayor altura que el suyo.
Y en la época en que se construyeron, se aprovechó para que se evacuaran por la ley de gravedad. Pero hace más de diez años lo que pudo haber sido una solución entonces, se ha convertido en un tormento. La tubería está rota y totalmente tupida, por lo cual los desechos se vierten directamente al patio del edificio de esos vecinos, que es muy pequeño, y se están evacuando los desechos por la vía fluvial, con la deposición de heces y sólidos en las rejillas. Hay que estar quitando todo eso constantemente para que no se desborden.
Si esa tubería termina de colapsar, advierte, sería un río constante por el pasillo de entrada, y quedarían incomunicados por obra y desgracia de las inmundicias.
Plantea Enrique que los vecinos han acudido al Gobierno municipal, sin resultado alguno. En cierta ocasión se envió el camión a presión, y les plantearon que no podían hacer nada.
Desde marzo pasado, añade, obra en poder de los vecinos un dictamen técnico que indica el cambio urgente de línea. Pero no se ha hecho absolutamente nada. Y mientras tanto, ellos viven entre aguas sucias y malolientes.
Clara Esperanza Palacio Orozco califica de «chapucería, mal trabajo, y hasta una vergüenza» el edificio Bicoa donde reside, en el reparto Micro 9 de la ciudad de Santiago de Cuba, que tiene poco tiempo de construido.
«Presenta grandes filtraciones en los techos de los apartamentos del quinto piso para abajo, afirma, y se corre el peligro de cortocircuito, al salir el agua por los tomacorrientes y las rajaduras de los techos y las paredes. El edificio está a punto de convertirse en inhabitable.
«Se me mojan los dos cuartos. Mis ropas y zapatos he tenido que botarlos con mohos por la humedad. La escalera se está desbaratando. La manta está rota, los tanques no tienen tapas ni boyas. Hay que levantarse de madrugada a sacar agua, parece una piscina. Y peor cuando llueve.
«Sabemos que el país y la provincia no cuentan ahora mismo con los recursos necesarios, pero hay mipymes que se dedican a la impermeabilización de techos y tienen la materia prima y la fuerza laboral».
Refiere que ello es de conocimiento de funcionarios del Gobierno y el Partido en el municipio y la provincia. Y hasta ahora no hay respuesta. Los funcionarios van, tiran fotos, sacan videos y se van. Y ellos no saben qué hacer.