Acuse de recibo
El pasado seis de septiembre, y desde la calle Diez de Octubre, No. 451, entre San Germán y San Francisco, en Santiago de Cuba, Anet Batista Tintoré alertaba aquí que frente a su casa, desde el paso del huracán Sandy por esa ciudad en 2012, hay una edificación en peligro de derrumbe.
«Día por día se deteriora, decía, al punto de que temo por la vida de mi familia y de otras personas que transitan por allí». Y añadía que había presentado dos quejas en la plataforma digital Bienestar, en octubre de 2021 y en marzo de 2022; otra en Fiscalía provincial, y ha hecho llamadas reiteradas a los teléfonos 22646625 y 22626028 del Gobierno allí. Y en ningún caso ha recibido respuesta, por lo cual consideraba que las autoridades locales de Santiago de Cuba no accionan al respecto.
«Por favor, no esperemos a que ocurra un desastre. Hay que adoptar medidas y ejecutarlas ahora. Luego ya no serán necesarias», concluía Anet.
Al respecto, este 14 de diciembre, más de tres meses después, llegó a nuestra redacción la respuesta de Yarislín Matos Palú, directora municipal de la Vivienda en Santiago de Cuba, quien afirma:
«En investigación realizada por la Oficina de Atención a la Población de la Dirección de la Vivienda en el Distrito 2, por la técnica Inés Martínez Dehesa, se conoció que su queja está motivada en que frente a su vivienda se encuentra un edificio que desde el paso del huracán Sandy está en peligro de derrumbe, constituyendo un peligro para ella, su familia y las personas que transitan por la calle.
«Refiere además que varias veces han caído pedazos de escombros, y que ha planteado esta situación a varias entidades y no ha tenido respuesta. Por tal motivo solicita que se demuela el edificio.
«Se le explica a la recurrente que por parte de la Dirección de la Vivienda del Distrito 2 se realizó un dictamen técnico, donde se evaluó el peligro que posee el inmueble; y se le aplicó el artículo 7 de la Ley General de la Vivienda a todas las personas que conviven en el edificio, a los fines de preservar su integridad física y sus vidas.
«Por otra parte, la demolición del edificio tiene que ser evaluado por el Conservador de la Ciudad, ya que pertenece al Casco Histórico, por lo que hay que esperar por el pronunciamiento de dicha entidad. Quedando el caso orientado y con razón», termina.
Muy penoso, pero hay que decirlo: La respuesta de la Directora Municipal de la Vivienda deja muchos vacíos con respecto al problema planteado por Anet.
No explica las razones por las cuales, tras tantos planteamientos de la ciudadana por distintas vías a distintas autoridades locales, no tenía siquiera respuesta. ¿Es que nunca llegó a la Dirección Municipal de la Vivienda esa queja? ¿Por qué las autoridades gubernamentales no responden también?
Todo parece indicar que se hizo una «investigación», y al paso, tras la publicación aquí de la historia, pues lo que hace es reproducir los elementos planteados por Anet. ¿Conocían del delicado problema o no?
Y lo más preocupante es que ante un peligro de vieja data y de tal envergadura para esa familia y para cualquier transeúnte que pase por allí, se responda a estas alturas que tiene que ser evaluado aún por el Conservador de la Ciudad porque pertenece al casco histórico de la ciudad. Y que sigan aguardando por un pronunciamiento de esta última entidad, cuando esa edificación milagrosamente en pie, presupone tantos riesgos para la vida humana. Las urgencias no admiten espera.